Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Comentarios del colaborador.
Querido Jorge: Tiene razón
Gurdieff cuando dice que el
hombre es una máquina y que las máquinas no cambian.
El
camino del que hablaba Elanio en "Mundos
desconocidos"
-donde mueren los hombres y nacen los
dioses- comienza
precisamente cuando uno se da cuenta que es una máquina y
quiere dejar de serlo. Pero... ¿quién acepta
fácilmente que
es una máquina y que nada hace, sino que
todo le sucede?
Y sin este primer paso no hay evolución posible.
Recuerdo que hace poco leí un
comentario respecto del
hombre-máquina al que hacía alusión Gurdieff y me pareció
completamente atinado. Lo que sucede es que en la época de
Gurdieff se consideraba que el hombre tenía una sola mente
y a ella se le echaba la culpa de
todos los desatinos que
cometía el hombre. Así como Juan Zebedeo,
al relatar el
Apocalipsis, hacía alusión a "los
pájaros de hierro que
desovan huevos de fuego", que en esa época no se
sabía a
qué se estaba refiriendo (hoy cualquiera sabe que
son los
aviones que arrojan bombas que incendian
poblados), así
también Gurdieff tenía que hablar en forma simbólica y decir
que los hombres eran máquinas y las máquinas solo hacían
acciones mecánicas.
El descubrimiento de la mente reactiva y de
los engramas
estaba previsto para más adelante.
Gurdieff también decía que el hombre no hacía nada
y que
todo le sucedía. Eran palabras muy
duras para la época,
porque... ¿qué peor cosa se le podía decir a un
hombre que
comparar sus acciones con las de una
máquina? Hoy, sin
embargo, sabemos a qué se refería
Gurdieff. Lo que el
Maestro llamaba "acciones mecánicas"
hoy las llamamos
"dramatizaciones". ¿Qué es
dramatizar? Dramatizar es
repetir en forma mecánica, automática, lo que a
uno le ha
sucedido en otra oportunidad (engrama). La
dramatización
es una acción irracional, porque se realiza fuera de tiempo.
Pongo por ejemplo a un hombre que, cuando era pequeño, lo
mordió un perro y le causó una impresión negativa (esto es
técnicamente un engrama, una grabación de este
suceso a
nivel celular, como si fuera una orden hipnótica). A medida
que va creciendo, cada vez que ve un perro, manso
o aún
enjaulado, este hombre se asusta o en
algunos casos, se
aparta en forma automática de allí.
Éste es el sentido que le quería dar Gurdieff a sus palabras:
el hombre actúa como una máquina, sin darse cuenta que su
accionar es totalmente irracional.
Si el contenido de un engrama es : "las mujeres son
todas
traicioneras", la persona que tiene dicho engrama razonará
sobre la base de que no se puede confiar en ninguna mujer.
Si esto no es un pensamiento
mecánico, no sé entonces
cómo se lo puede llamar.
Cada prejuicio, por ejemplo,
tiene como trasfondo el
contenido de un engrama que dicta ese prejuicio (contra el
color de piel, contra determinada religión, contra un físico
obeso o delgado, contra los hombres, contra las mujeres...).
Y la persona opinará prejuiciosamente sin siquiera darse la
más mínima cuenta de que está siendo impulsado en forma
imperativa a pensar así. Una máquina (la mente reactiva)
dirige sus actos y sus pensamientos.
Solamente un clear, es decir, el que está libre de engramas,
puede opinar por sí mismo, racionalmente.
Un clear no
tiene acciones mecánicas. Puede actuar
estúpidamente,
pero siempre será luego de evaluar las posibilidades, y se
equivocará porque evaluó mal y no porque actuó de forma
reactiva (irracionalmente).
No obstante, aunque una persona no sea
clear, el solo
hecho de saber que existe la mente reactiva, que existen los
engramas y que éstos pueden reestimularse como si fueran
órdenes hipnóticas y hacernos
"dramatizar" (es decir,
pensar o actuar irracionalmente), ya es una ayuda. Quiero
dejar en claro que la conducta aberrada es
enteramente
dramatización de engramas. El grado de
dramatización
está en proporción directa al grado de reestimulación de
los engramas que la causan.
El engrama se graba en la mente reactiva, a nivel celular,
con lo que sucede en el exterior, y no importa si es real o
ficticio: la mente reactiva no se pregunta
eso antes de
grabar. Graba y listo, similar a un grabador, que es una
máquina y no piensa. Los
grandes Maestros también
tenían mente reactiva y no podían
evitar ese tipo de
grabaciones. Todo espíritu tiene mente
reactiva. Solo
aquel que tiene integrado su ego puede ser inmune a los
engramas.