Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Comentarios del colaborador.
Estimado colaborador:
Sé que el rol del ego es odioso, amoroso, pedante, humilde,
soberbio, engreído... y no terminaríamos más de ennumerar
los roles. Pero sí sé que el
ego nunca pasa inadvertido,
porque es protagonista, aunque sea en el rol de víctima.
Dejando de lado los roles, cuando la mente está reactiva y la
persona te ataca, no creo que sea dulce, salamera, amorosa,
humilde y obsequiosa, sino todo lo
contrario. Va a ser
agresiva.... y ahí está la clave: ¡Va a ser difícil que
mienta!
No creo que mienta para herir. Doy un ejemplo: Sabe que tú
eres un triunfador y te dice fracasado para molestarte.
Eso
no es válido en la persona reactiva. Lo que te diga lo va a
sentir. Va a estar convencida de ello. Si te cree un triunfador
te va a incomodar espetando: - ¡Triunfaste a costa de otros! -
pero no se va a mentir a sí misma.
Acá no hablo de roles... hablo de impulsos, de instintos.