Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Comentarios del colaborador.
Querido Jorge: A veces
damos por sentado que estamos
hablando de lo mismo, cuando no es así. Es decir, si yo hablo
de casa y pienso en la casucha del perro, y tú hablas de casa
y piensas en un
palacio, el entendimiento se hace difícil. Esto
lo aclaraba muy bien Gurdieff.
Tú comentabas que "la persona reactiva
es rarísimo que
mienta cuando está fuera de
control". Voy a demostrar
que esa frase no tiene sentido. Veamos por qué:
Recurramos primero al Diccionario de la Real Academia y
veamos qué significa "mentira" y qué, "verdad".
Mentira: Expresión o manifestación
contraria a lo que se
sabe, cree o piensa.
Verdad: Conformidad de lo que se dice con lo que se siente
o piensa.
De estas definiciones surge que, por
definición, tanto la
mentira como la verdad, son conceptos analíticos. Es decir,
propios del razonamiento consciente. Por lo tanto, decir que
una persona reactiva puede mentir o puede decir la verdad
es un contrasentido, ya que decir la
verdad o decir una
mentira, es patrimonio de la mente consciente
(analítica) y
no de la mente reactiva.
Pasemos ahora a la mente reactiva y a
los engramas. Un
engrama no es experiencia (experiencia es la enseñanza que
se adquiere con el uso, la práctica o el
vivir que permite
actuar racionalmente), sino acción impuesta imperativamente.
Voy a repetir esto último porque es de importancia extrema:
el engrama es acción impuesta al organismo
o a la mente
analítica en forma imperativa.
Como conclusión, una persona reactiva
que tiene como
contenido engrámico: "todos los psicólogos mienten",
cada
vez que ese engrama se reestimula reaccionará (observa que
no dije "pensará") así: "Jorge + psicólogo +
mentiroso".
En este caso, la persona reactiva ni dice una vedad ni
dice
tampoco una mentira, porque estos conceptos, como
dije,
solamente los puede vertir una persona que está consciente
(analítica), ya que la persona reactiva tiene una disminución
considerable de la conciencia o del poder analítico, por lo
que no tiene la menor idea de lo que está diciendo. Solo es
un actor recitando un papel aprendido.
Por otra parte, deseo aclarar algo muy importante. Observa
que las definiciones del Diccionario de la Real Academia
sobre mentira y verdad, no tienen nada
que ver con la
mentira y la verdad como realidad objetiva, ya que se trata
de meros juicios (realidad subjetiva) de la
persona, los
cuales pueden estar totalmente equivocados, sea por tener
datos falsos o por tener pocos datos.
Por ejemplo, si mi pareja me dice, estando bien
analítica
(tiene momentos analíticos) que soy un escritor
fracasado
porque no tengo una prosperidad económica estable,
está
procesando datos falsos o pocos datos, porque no pone en
el programa que se puede ser exitoso en lo popular, aún no
habiendo un respaldo económico total.
Y si me dice lo mismo estando reactiva, simplemente está
dramatizando uno o varios
engramas, que la fuerzan
imperativamente a decir que soy un fracasado. Y si llego
a auditarla, con seguridad llegamos a un engrama en el cual
su madre le decía lo mismo a su padre. Y ella me aplica el
contenido de dicho engrama como si fuera un loro.
Pero el asunto es más complejo aún de lo que parece, pues
en materia de engramas todo es impredecible, ya
que el
mismo engrama opera en cada persona de forma distinta.