Verdad, analítica
o reactiva
 
Parte 6

Nota  realizada por el Prof. Jorge Olguín.
Comentarios del colaborador.
 

Querido  Jorge:   A  veces  damos  por  sentado  que  estamos
hablando de lo mismo, cuando no es así. Es decir, si yo hablo
de casa y pienso en la casucha del perro,  y tú hablas de casa
y piensas en un palacio, el entendimiento se hace difícil. Esto
lo aclaraba muy bien Gurdieff.
Tú  comentabas  que  "la  persona  reactiva  es  rarísimo  que 
mienta   cuando  está  fuera  de  control".    Voy  a  demostrar
que esa frase no tiene sentido.  Veamos por qué:
Recurramos primero al  Diccionario de la Real Academia  y
veamos qué significa "mentira" y qué, "verdad".
Mentira:  Expresión  o  manifestación  contraria  a lo que se 
sabe, cree o piensa.
Verdad:  Conformidad de lo que se dice con lo que se siente
o piensa.
De  estas  definiciones  surge  que,  por  definición,  tanto  la
mentira como la verdad,  son conceptos analíticos.  Es decir,
propios del razonamiento consciente.  Por lo tanto, decir que
una persona reactiva puede mentir  o  puede decir  la verdad
es  un contrasentido,   ya  que  decir  la  verdad  o  decir  una
mentira,  es patrimonio  de la  mente consciente (analítica)  y
no de la mente reactiva.
Pasemos ahora  a  la  mente reactiva  y  a  los  engramas.  Un
engrama  no es experiencia (experiencia  es la enseñanza que
se adquiere  con el uso,  la práctica  o  el  vivir  que  permite
actuar racionalmente), sino acción impuesta imperativamente.
Voy a repetir esto último  porque es  de importancia extrema:
el engrama  es  acción  impuesta  al organismo  o  a  la mente
analítica  en forma imperativa.
Como  conclusión,   una  persona  reactiva   que  tiene  como
contenido engrámico:  "todos los psicólogos mienten",  cada  
vez que ese engrama se reestimula reaccionará (observa que
no  dije  "pensará")  así: "Jorge + psicólogo + mentiroso".
En este caso,  la persona reactiva  ni dice una vedad  ni dice 
tampoco  una  mentira,  porque  estos conceptos,  como dije,
solamente los puede vertir  una persona  que está consciente
(analítica), ya que la persona reactiva tiene una disminución
considerable de la conciencia  o del poder analítico,  por lo
que no tiene la menor idea  de lo que está diciendo.  Solo es 
un actor recitando un papel aprendido. 
Por otra parte, deseo aclarar  algo muy importante. Observa
que  las definiciones  del  Diccionario de la Real Academia
sobre  mentira  y  verdad,  no  tienen  nada  que  ver  con  la
mentira y la verdad  como realidad objetiva,  ya que se trata
de  meros  juicios  (realidad  subjetiva)  de la  persona,  los 
cuales pueden estar  totalmente equivocados,  sea  por tener
datos falsos o por tener pocos datos.
Por ejemplo,  si mi pareja  me dice,  estando  bien analítica
(tiene  momentos analíticos)  que soy  un  escritor fracasado
porque  no tengo  una  prosperidad económica estable,  está
procesando datos falsos  o pocos datos,  porque no pone en
el programa que se puede ser exitoso en lo popular,  aún no
habiendo un respaldo económico total.
Y si me dice lo mismo estando reactiva,  simplemente  está
dramatizando   uno   o   varios  engramas,   que   la  fuerzan
imperativamente  a decir  que soy  un fracasado.  Y si llego
a auditarla, con seguridad llegamos a un engrama en el cual
su madre le decía lo mismo a su padre.  Y ella me aplica el
contenido de dicho engrama como si fuera un loro.
Pero el asunto es más complejo aún de lo que parece, pues
en materia  de engramas  todo  es impredecible,  ya  que el
mismo engrama opera  en cada persona  de forma distinta.