Engramas:
Desactivados o eliminados?

Nota del Dr. Jorge Olguín
Con colaboración.


Jorge: Me interesa referirme a los engramas, esos implantes hipnóticos aberrantes, alojados en la mente reactiva, que condicionan la vida de cada persona.  Hace medio siglo atrás, Ron Hubbard creó una técnica llamada la anterior técnica, que tenía la capacidad de eliminar definitivamente dichos engramas y dentro de la anterior técnica se desarrolla la auditación.

A pesar de que los aspectos puramente filosóficos del trabajo de Ron Hubbard son suficientes en sí como para mejorar esta civilización, únicamente la auditación proporciona un camino preciso por el que el individuo puede avanzar por la senda exacta hacia estados superiores de conciencia espiritual.

El objeto de la auditación es devolverle al individuo su propia identidad y habilidad. Esto se consigue de dos formas: 1) ayudando al hombre a liberarse de cualquier incapacidad, y 2) aumentando sus habilidades. Por supuesto, ambos aspectos son necesarios para que alguien pueda alcanzar todo su potencial espiritual.

La auditación, por tanto, borra los engramas que han sido añadidas a la mente reactiva mediante las experiencias dolorosas de la vida, y aborda y mejora la habilidad que cada uno tiene para confrontar los factores de su vida y ocuparse de ellos.

Mediante la auditación, una persona es capaz de mirar su existencia y mejorar la capacidad que tiene de confrontar lo que es y dónde está. Hay grandes diferencias entre la tecnología de la auditación, una práctica religiosa, y otras prácticas. Cuando se audita, no se recurre a técnicas como la hipnosis, el trance o las drogas. La persona a quien se está auditando es completamente consciente de todo lo que sucede durante el proceso. La auditación es precisa, está totalmente consignada y tiene procedimientos exactos.

La persona entrenada y calificada para mejorar a otros a través de la auditación se denomina “auditor”. Un auditor se define como alguien que escucha. La palabra procede del latín audire, que significa escuchar.

Una persona que está siendo auditada recibe el nombre de “preclear”. La palabra procede de pre y Clear: una persona que todavía no es Clear (libre de engramas). Un preclear es una persona que, a través de la auditación, descubre más sobre sí misma y sobre la vida.

Cómo se realiza una sesión de Auditación

La auditación consta de determinados elementos: el preclear, el auditor, el proceso de auditación, la comunicación, el Código del Auditor y el instrumento. La combinación de estos acaba con la mente reactiva.

Una sesión de auditación se lleva a cabo en un lugar cómodo y tranquilo, en el que no haya interrupciones ni molestias. Normalmente, el auditor y el preclear se sientan uno frente a otro separados por una mesa o un escritorio, con un instrumento preparado que usará el auditor. Antes de iniciarse un programa de auditación, el preclear se familiariza con los elementos de la auditación durante un período de orientación, para saber qué esperar en la sesión. El auditor también se asegura de que no haya ninguna distracción ni molestia que puedan impedir que el preclear dedique toda su atención al proceso que se está usando en la sesión.
Se utilizan diferentes tipos de auditación para cada preclear, dependiendo de las cosas que hayan ocupado su atención durante la sesión o en su auditación anterior. Aunque la auditación es para el individuo, y cada individuo es diferente, debe seguirse un gradiente trazado con precisión de pasos de procesamiento para conseguir la libertad espiritual personal de cada cual.

Usando preguntas concretas y el instrumento, el auditor localiza primero un área de carga de la mente reactiva del preclear de la que ocuparse con el proceso. Cuando el auditor encuentra algo en la mente reactiva, la aguja del instrumento experimenta un rápido movimiento ascendente que indica que el tema sobre el que está haciendo preguntas contiene carga.

Una vez que se ha localizado una zona de carga o de malestar, el auditor pasa a hacer la pregunta del proceso o bien le da al preclear las indicaciones necesarias para ayudarle a examinar dicho malestar. Ahora el preclear está inspeccionando su mente reactiva.

El auditor guía al preclear para que examine dicha área más a fondo. El auditor continúa con el proceso y toma notas de las reacciones del instrumento y de los datos recuperados por el preclear para poder establecer el progreso. Se atiene al Código del Auditor, sin evaluar jamás los datos que el preclear va recuperando. A medida que el proceso va avanzando, más y más datos de esa zona de la mente reactiva (antes ocultos a la percepción consciente del individuo) llegan a estar disponibles en la mente analítica del preclear. Las preguntas y las instrucciones de ese proceso en particular ayudan al preclear a descargar la fuerza o energía nociva que está conectada con incidentes o situaciones de su pasado. A medida que disminuye la carga, aumenta la conciencia del preclear sobre esa zona.

El auditor continúa guiando la atención del preclear hacia esa zona. Las reacciones del instrumento le ayudan a dirigir al preclear para que vaya sacando más y más datos (que antes le eran desconocidos) de la mente reactiva y para hacer que vuelvan a su conciencia analítica. Por último, el preclear adquiere plena conciencia del contenido, y es capaz de verlo tal y como es, sin que su conciencia se vea nublada por la reactividad.

Durante la auditación, un preclear se apercibe de muchas cosas sobre la vida. Estos descubrimientos se conocen en la anterior técnica como cogniciones. Una cognición es algo de lo que una persona ha llegado a darse cuenta. Es una afirmación del tipo: “¡Qué te parece! Me acabo de dar cuenta de por qué siempre me sentía así respecto a...”. Las cogniciones dan como resultado un nivel superior de conciencia y, por tanto, mayores habilidades para tener éxito en la vida. Cuando ocurre uno de estos apercibimientos, esa porción de la mente reactiva deja de causar reacción en el instrumento, y la aguja barre libre y rítmicamente el dial de un lado para otro; fenómeno completamente visible para el auditor.

El preclear ha adquirido un grado superior de conciencia y se ha deshecho de, digamos, un miedo irracional, una enfermedad o una incapacidad psicosomática. No se conocía el origen de lo que le había estado molestando; pero una vez descubierto, el poder de tal condición queda anulado. El proceso empleado en la sesión de auditación ha conseguido el fin deseado y puede darse por terminado. Ahora el auditor pasa a otros procesos para la siguiente auditación del preclear.

A medida que se van abordando más y más áreas de la mente reactiva, y estas van encontrando alivio mediante la auditación, sus efectos adversos continúan disminuyendo, y el individuo se vuelve más feliz, más consciente a nivel espiritual y con mayor control sobre su vida.

Por qué funciona la auditación

En una sesión, la mente analítica del preclear tiene la ayuda de la mente analítica del auditor para poder vencer a la mente reactiva del preclear.

El preclear está siendo víctima de su mente reactiva. Cuando se reestimula la mente reactiva, a la persona le afecta la energía dañina que esta contiene. Puesto que la mente reactiva se encuentra oculta, el preclear no puede ocuparse de ella por sí solo. Testigo de esto son los miles de años que el hombre ha estado, en vano, filosofando, “buscando el alma” e intentando comprenderse a sí mismo y sus motivos. Sin la presencia de un auditor, la fuerza del impulso dinámico del preclear es menor que la fuerza ejercida por la mente reactiva.

Una de las principales razones por las que la auditación funciona es porque la fuerza del impulso dinámico del auditor se suma al impulso dinámico del preclear, y la combinación de estos dos es una fuerza mayor que la fuerza única de la mente reactiva del preclear. Trabajando juntos y aplicando la tecnología precisa de Ron Hubbard, se puede borrar la mente reactiva del preclear.

Cada vez que se saca de la mente reactiva una zona de carga, aumenta la conciencia del preclear. Este aumento de conciencia crece en cada sesión de auditación, y el preclear va siendo gradualmente más y más consciente de quién es en realidad, de lo que le ha pasado y de cuáles son sus verdaderos potenciales y habilidades espirituales.