PSICOINTEGRACIÓN

Creación del Prof. Jorge Raúl Olguín.

2ª parte


Te dicen algo que no te agrada, una frase que no te gusta. Hay algo dentro tuyo que se subleva. También hay otro Yo, quizás más profundo, que se enoja con el primero porque éste se sublevó de su estado de armonía. Pero  "el segundo Yo", queriendo corregir al primero, también sale de su paz interior. Obviamente, ese primer Yo se encuentra invadido por el Ego y está en una etapa de aprendizaje. Pero el otro Yo, algo más sabio, también pierde el control por los impulsos emocionales del primero. Sucede que ese Yo, maestro del primero, también está en una etapa de aprendizaje. O sea que, a su vez, es alumno de otro Yo más interno.
Vencer el Ego no significa tomar partido por ese tercer Yo y dejar de lado los dos primeros, buscando que éstos se desintegren. ¿Por qué? Porque tomar partido es, de alguna manera, partir algo.  E intentar desintegrar los "Yoes" afectados es ser discriminatorios con parte de nosotros mismos.
Si tomamos partido por determinada postura, automáticamente dejamos afuera a las otras. Si tratamos de integrar todas las tendencias. lograremos el equilibrio.
Lo acertado sería no tomar partido por ninguna postura interna, por más elevada que sea, pues eso llevaría a una disgregación de nuestro estado inconsciente, logrando enfrentamientos entre los diversos "Yoes" y provocando, sin querer, una personalidad cambiante e insegura.  Al no tomar una postura determinada, no hay desintegración de los "Yoes", pues "nada se parte". Entonces, se avanza al segundo paso, que es buscar la integración de las distintas tendencias, unificándolas en la más elevada. Por ende, el Ego no se destruye ni tampoco se lo relega a un estado vegetativo, sino que se le da el rol que le corresponde, que es apuntalar la autoestima. De ahí surge una persona segura y, al ser segura, puede ser tolerante. Al ser tolerante, aprende a no perder el control por ninguna agresión verbal externa (1)
Esa postura de tolerancia, sin protagonismo, es la base de la Psicointegración.



(1) No tomemos el tolerar como "soportar a alguien cuya presencia es desagradable", porque estaríamos hablando de un Ego condescendiente. En este caso traduzco Tolerancia como "aceptar o admitir ideas u opiniones distintas de las propias", por amplitud de criterio.