Las reglas del plano físico

Nota del Dr. Jorge Olguín.

 

Cuarta parte:

Las formas del respeto

La cuarta regla de la felicidad dice:  "Nunca dejes de acusar recibo".  En este caso no solo sería un goce que sentirías, sino una felicidad que transmitirías.
El Amor impersonal se basa en el Servicio, de la misma manera que el Amor personal se basa en el respeto. Con respecto a este último no son muchos los que saben aplicarlo. Una de las definiciones de respeto es "Sentimiento que lleva a reconocer los derechos, la dignidad y el decoro de una persona, absteniéndose de ofenderla". Pero el respeto también se basa en el equilibrio, porque otra definición dice: "Miramiento excesivo y temeroso de la opinión de los demás que impide actuar según las propias convicciones", y allí se daría una situación contradictoria, porque se perdería el respeto por la propia opinión e impediría tratar de enmendar los errores del otro. Entonces, valga la apostilla: respeto sin equilibrio es un respeto parcial... y no es válido.
Veamos el respeto desde el punto de vista espiritual: El mismo tiene que ver con la empatía y esta también incluye una respuesta emocional orientada hacia la otra persona, de acuerdo con la percepción y valoración del bienestar de ésta. Esto nos lleva a deducir que la empatía es una habilidad de carácter subjetivo, ya que es dependiente del individuo que la manifieste. Pero deseo aclarar que la falta de empatía no indica necesariamente falta de respeto. A veces no se siente empatía por alguien, pero el decoro nos obliga a respetar a dicha persona.
Y desde lo espiritual, la falta de respeto no es solamente ofender, calumniar, injuriar o agredir, sino no tener en cuenta al otro, ignorarlo, dejarlo de lado... ¡Cuántas personas, enfrascadas en sus problemas, no advierten las necesidades de quien está a su lado!  Y, como se dijo antes, no solamente hay actitudes de determinada persona que los otros no pueden experimentar con facilidad y eso las pone mal, sino la falta de ellas también pueden afectar a quien espera un acuse de recibo. ¿Cuanta gente espera una explicación que nunca llega? ¿O una palabra de aliento que queda a flor de labios? ¿O un sí, o un no... para saber a qué atenerse?
Entonces, el acuse de recibo es una de las principales muestras de respeto hacia el otro. Nuestro amigo, nuestra pareja, nuestro conocido, etc. siempre espera una respuesta, ya sea de una propuesta, comercial o amorosa, o de una pregunta sobre determinado tema, o de una duda que carcome nuestros sentidos... el acuse de recibo descomprime esa tensión y sepan aquellos que evitan dar una respuesta negativa para no lastimar al otro, que el NO es más fácil de digerir que el NI, porque la incertidumbre corroe el espíritu. En cambio, ante un NO la persona sabe a qué circunstancias acogerse. Si se adecua o no a la nueva situación ya no es responsabilidad de quién acusó recibo.
No dar acuse de recibo es una grave falta de respeto, aunque no siempre se omite adrede. Sucede que la mayoría de las personas no fue enseñada a acusar recibo y dan por sentado que el otro sabe o supone nuestra respuesta... y no es así.  Es importante tomar conciencia de que teniendo en cuenta al otro, el acuse de recibo saldrá naturalmente.
El respeto tiene muchas formas de aplicarse y limitar el mismo a abstenerse de ofender a alguien es empobrecer el concepto.
Como dije al comienzo de esta cuarta parte del artículo: El Amor personal se basa en el respeto y agrego que lo ideal es que ambos se apuntalen entre sí.