PARTE 4ª
Colaboración de Lorena A.
Apreciado
Prof. Olguín: Alguna vez leí que las manifestaciones del ego eran entidades,
pero con la explicación que me dio se ordenaron los conceptos en mi mente, pues
confundía a las energías lúdicas con la manifestación del ego. También puso
claridad sobre el rol de la amígdala en el "decodificador espiritual"
que llamamos cerebro.
Considero de
suma importancia el trabajo que usted realiza, junto a todos los que colaboran
con Ud: personas físicas y Maestros espirituales, en esclarecer al mundo conceptos e ideas que la
humanidad ha creído de manera errada por mucho tiempo; creencias que han
traspasado generaciones y que,con el tiempo, han llegado varias de ellas a
"culturizarse" y a formar estilos de vida en función de las mismas.
Se que me queda muchísimo camino por recorrer y aprender sobre el Amor, pero el
Servicio que brinda usted, al igual que muchas otras personas alrededor del
mundo en mostrar que somos seres espirituales viviendo experiencias terrenales y
que el camino hacia Dios está dentro de nosotros, en nuestro Espíritu, a través
del Amor y no del Ego, sus comentarios han logrado en mí un poco más de
comprensión de la Luz de Dios en mi interior, dejando muy en claro que hay que
aprender a brillar con la Luz del Absoluto en vez de esperar absorberla, puesto
que esa Luz no se absorbe, porque está, y ha estado siempre, en nuestro Espíritu.
Brillar en la Luz es dar Servicio a través del Amor, porque Dios es Amor.
Hacía tiempo que deseaba traspasar al papel sobre lo que sentía del Amor, pero
había una pieza que me faltaba, y usted, a través de los e-mails que me ha
respondido y a través de sus comentarios y notas publicadas en su página web,
me ha ayudado a despejar muchas de mis dudas y he podido (hasta donde puedo entender
hoy en mi vida, dentro de mi limitación como ser humano), comprender mejor al
Amor impersonal.
Todos hemos creído amar en algún momento de nuestra vida, amamos, pero a la
vez necesitamos estar con la persona amada, porque es la única manera de ser
feliz, creemos que eso es amor, pero lamentablemente no lo es... ese sentimiento
es Necesidad, es todo lo contrario al Amor, es carencia de Él. Al sentirnos vacíos,
comenzamos a experimentar una necesidad imperiosa de encontrar fuera de nosotros
ese "algo" que nos muestre que de verdad valemos, comenzamos a
necesitar de la aprobación de los demás por no aprobarnos a nosotros mismos,
de esta manera abrimos paso a que el Ego se manifieste en nosotros a través de
diferentes "Yoes", de diferentes roles, tomando en nosotros
protagonismo, tratando de lograr que los demás nos den la atención que creemos
necesitar, creemos que valemos menos que los demás, y es ahí cuando los egos
comienzan a actuar con complejos de inferioridad y así, aparentar soberbia,
arribismo, orgullo, ira, y todo ese lastre oscuro y denso... que lo utilizamos
como mecanismo de defensa, para no mostrar la carencia real que hay, o sea, la
falta de amor que existe en nosotros... Al tener al Ego como protagonista en
nuestra vida, al vibrar en esa frecuencia, logramos simplemente, atraer más de
lo mismo, y así vivimos, día tras día, año tras año, y tal vez, vida tras
vida, en desequilibrio. No importa cuánto nos demoremos, toda desarmonia existe
para ser equilibrada. "Mientras más altos construyamos los castillos de
arena, más arena caerá y más tendremos que limpiar cuando se derrumben con el
viento".
La falta de amor se puede encubrir de varias maneras, el Ego se las ingenia para
que creamos que amamos en forma desinteresada, pero son los roles que asumimos a
través de la manifestación del Ego los que se alimentan de necesidades, y la
satisfacción de éstas son las que inconscientemente esperamos, como retribución
de la persona amada, en compensación por el supuesto amor que le damos. Esto
es, a mí parecer, el seudo amor, éste depende del objeto de su devoción, no
es un amor en sí mismo, sino que depende del objeto y de su retribución, para
manisfestarse. El Amor verdadero "Es en Sí Mismo" y se manifiesta sin
pedir nada a cambio, porque no existe la necesidad dentro del Amor.
Si uno pudiese dejar libre lo que ama, es porque lo ama desde su corazón, desde
su Yo superior, su Alma, y no desde su Ego.
El Maestro Jesús dijo: "Ama a tu prójimo como a tí mismo", si en el
corazón sólo tenemos odios, rencores, miedos, quiere decir que de verdad
creemos no merecer el Amor, la bondad, la seguridad, la aceptación en uno; y al
creer que no la merecemos, nos acercamos a las personas, (al exterior), no para
servir al otro, sino para compensar nuestro vacío. De esta manera, creo como
opinión personal, que el Mensaje del Maestro Jesús no se cumple.
Del Ego sólo puede salir el Seudo amor.
De la Integración de los Yoes, sale Amor verdadero.
El Amor es Servicio, es Paz, es Libertad, el Amor florece cuando comenzamos a
pensar conjuntamente con el corazón. Cuando reconocemos que hemos vivido a través
del Ego y hemos alimentado nuestras carencias afectivas internas a través del
mismo como nuestros falsos amores, ahí nos damos cuenta que, lo que
supuestamente amábamos no era el objeto del afecto, sino más bien la
satisfacción de las necesidades que nos reportaba el estar con la persona, es
decir, la satisfacción de nuestros egos; ahí recién nos damos cuenta que no
estamos viviendo en equilibrio, sino mas bien en un constante desequilibrio
interno y para con el medio.
Esta integración comienza, a mi parecer, cuando nos reconocemos como parte de
Absoluto, que el hecho de haber nacido ya nos hace importantes para Dios, y así
como nosotros, nace toda una humanidad, ahí empezamos a alejarnos del
protagonismo egocéntrico y comenzamos a ver la vida desde un punto de vista
impersonal, como parte de la Humanidad y de Dios. Es en ese instante
cuando comienzan a derrumbarse los ladrillos creados por el Ego alrededor de
nuestra Alma y la Luz de la misma comienza a brillar, la cual brillará más aún
a medida en que vayamos derrumbando más ladrillos. Es en esta etapa en que
comenzamos con el re-despertar de nuestro Espíritu y nuestra visión de la Vida
comienza a cambiar, comenzamos a atraer energías más elevadas a nuestro
entorno, tornándolo más liviano, comenzamos, con Voluntad propia, a poner
atención en los detalles de nuestra vida cotidiana, los cuales están llenos de
Amor y Luz, de Seres Espirituales y Ángeles que nos guían, aunque nuestro
consciente no se de cuenta de tan maravillosa muestra de Amor, del Servicio, que
estos Seres de Luz nos brindan.
De a poco, sin forzar, nos vamos abriendo al mundo, comenzamos a ver la Vida
desde otra perspectiva, más alta, más elevada, comenzamos a sentirnos parte de
la Vida, parte de la Humanidad, parte del Unísono que nos ha Creado a través
de sus manifestaciones, y de a poco nos vamos acercando al prójimo, el tan
deseado camino de Evolución, el Servicio.
El Servicio, como opinión personal, no es sacrificio, es Volundad, es Decisión,
es Amor. El sacrificio en cambio, es ir contra nuestra propia naturaleza, es
privarse de la propia Libertad (Amor), del Libre Albedrío que Dios nos dio. Al
sacrificar una parte nuestra, lo único que logramos es acarrear nuevos karmas.
Yo me pregunto: ¿Quién no ha sufrido alguna vez por un amor no
correspondido? El que sufre no es el amor, son los egos lo que toman
protagonismo en la relación, y ya esto es una prueba que nos da la Vida para
que aprendamos a amarnos de verdad y nos limpiemos del lastre de los egos. Si la
relación termina, es porque hasta ahí tenía que durar, puesto que ambos
aportaron, uno al otro, las herramientas necesarias para que cada uno pudiera
aprender de la mejor manera posible un poco más sobre el Amor. Yo pienso, y es
mi humilde opinión, que todos nosotros somos Instrumentos de la Vida, todos por
igual, Instrumentos del Amor, para aprender de Él, y por consiguiente,
manifestarlo a los demás.
Dios... es Amor.
Nuestra vida personal está llena de conflictos familiares, de pareja,
laborales, enfermedades, problemas financieros, etc..., es ahí donde debemos
poner atención, porque es ahí donde la Vida nos enseña, aunque suene
desconcertante leer: eso también es Amor, porque nuestras Almas, en función de
las lecciones a aprender, nos manifiestan tales situaciones específicas, porque
son el camino más adecuado por donde podremos aprender a despojarnos de los
egos y donde comenzamos a Amarnos por lo que somos, no por lo que tenemos ni por
lo que necesitamos.
El Amor no sufre, no quema, no necesita, no obliga, no exige que la persona
amada esté con uno, porque este Amor se nutre en Sí mismo, el Amor dice:
"Yo te ayudo porque te amo, no porque te necesito...", esto es
Servicio y el Servicio es Amor.
No podemos amar si no nos amamos primero a nosotros y nuestra meta es el
Servicio. Entonces, amémonos a nosotros, amemos al prójimo como nosotros nos
amamos, y Sirvamos a la humanidad con nuestro Amor.
El Amor es Libertad, Dios nos Ama, de ahí que Él nos dio libre albedrío. ¿Qué
otra prueba de Amor más pura y verdadera que nuestra propia existencia?
Un abrazo: Lorena A.