Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.
El
Amor impersonal es un sentimiento, como la compasión. El Amor personal es una
emoción.
La emoción es la única sensación que abreva de las dos mentes: la analítica
y la reactiva.
La emoción condiciona, es conflictiva si es mal canalizada. Eso no significa
que la emoción sea negativa, pero muchas veces, por su propio origen, da cabida
al ego y éste permite los posteriores roles que muchas veces terminan
perjudicando la intención de esa emoción.
Los
sentimientos no son emociones, porque mientras los primeros se sustentan en el
goce de dar, independientemente de factores externos, las emociones se basan
justamente en agentes causales ajenos a la persona. Y eso sucede porque las
emociones son sensaciones, están expuestas a distintas vivencias.
El ego, que se manifiesta en distintos Yoes, se aferra a las emociones y se
alimenta de las mismas. Pero no las sofoca, al contraro, las aviva... a tal
punto que muchas veces las descontrola. Allí, la mente reactiva impulsiva toma
el mando y la persona es presa de sus emociones, opacando su discernimiento.
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