Perdonar, ¿Es Divino?
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PERDONAR NO ES UN ACTO DE AMOR, SINO DE SOBERBIA
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UN ACTO DE SOBERBIA
La paradoja del perdón. Estimado profesor: Soy una persona a la que le es muy difícil perdonar. Sé que la Biblia habla del perdón y Jesús muchas veces también habló de él. Incluso recuerdo que le dijo a Pedro, cuando éste le preguntó si había que perdonar siete veces, que no había que perdonar siete veces, sino setenta veces siete. Los psicólogos también hablan del perdón y del olvido como terapia. ¿Usted me la aconsejaría? Clara M.
RESPUESTA Apreciada Clara: En principio te digo que la Biblia ha sido escrita por hombres mediocres e ignorantes. Además, fue "arreglada" infinidad de veces para que dijera lo que a los sacerdotes de turno les convenía que dijera. No tienes, por lo tanto, que tomar al pie de la letra lo que dice. Con respecto a Jesús, tienes que entender que el Maestro tuvo que adaptar sus enseñanzas a los conocimientos de la época, pues de lo contrario no hubiera sido entendido, y por eso hablaba a través de parábolas. ¿Qué hubieran podido comprender sus discípulos si les hablaba de la Mente Reactiva, de los engramas o del ego? No te olvides que hasta tuvo que decirles, para que le creyeran, que él era el Padre, es decir, Dios mismo, algo que no era verdad. Menos aún les habló de extraterrestres ni de que fue resucitado por éstos, aunque sí lo dejó entrever para quien tuvieran "ojos para ver": "En la casa de mi Padre hay muchas moradas.". En cuanto a los psicólogos, cuando aconsejan el perdón lo único que hacen es fomentar el ego y por ende la dramatización de los engramas, porque cuanto más ego tiene la persona más susceptible a los engramas se torna. En decir, en definitiva, que en lugar de ayudar al paciente a salir a flote lo ayudan a hundirse más. Por otra parte, no existe disparate más grande en la Psicología que sostener que el olvido es una buena terapia, porque un engrama está grabado a fuego en la mente reactiva y mientras no se lo elimine con la anterior técnica sigue al acecho y pronto para ser reestimulado en cualquier momento. Naturalmente que es mucho mejor que la anterior técnica la técnica desarrollada por el profesor Jorge Olguín, director del Grupo Elron, llamada Psicointegración, porque al estar integrada la mente y ser uno el amo y no el esclavo de sus yoes, los engramas no tienen oportunidad de reestimularse. En definitiva, y respondiendo a tu pregunta, lo que tienes que hacer no es perdonar ni olvidar las ofensas sino simplemente no culpar. No culpar es un acto de amor. Cuando no culpas no necesitas perdonar. Y siempre es bueno atender las sabias palabras de Johnakan: "Hay que ponerse siempre en el lugar del otro". Un fuerte abrazo.
Nota: Te transcribo los diálogos que he tenido con el Maestro Ron Hubbard sobre la cuestión del perdón, en la sesión del 20/3/02, que son muy esclarecedores y que no dejan ninguna duda sobre la actitud que debemos adoptar cuando supuestamente nos ofenden.
Interlocutor: . ¿La definición que yo hice sobre el perdón, que la reitero aquí para que quede grabada, es correcta?:
PERDÓN. Dic. Acad. Acción de perdonar, es decir, de remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa el perjudicado por ello. ¦ Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente. ¦ Gr Elron. Acto de soberbia, proveniente del ego, por el cual el individuo que considera haber sido ofendido, en un gesto ostentosamente magnánimo, absuelve al supuesto ofensor. El perdón implica ofensa, es decir que para que alguien pueda perdonar, primero tiene que haber sido ofendido, pero como nadie tiene el poder para ofender a nadie a menos que uno le haya dado ese poder, resulta que, paradójicamente, el perdón nunca debería recaer sobre la persona que supuestamente nos ofende sino, en todo caso, sobre uno mismo, por haberle dado tan neciamente cabida a la ofensa. Cada uno crea sus propios estados de ánimo, o, expresado de otra manera, "los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que de ellas hacen" (Epícteto). El ofensor, por lo tanto, siempre es uno mismo: te ofenden porque te ofendes . De ahí que cuando alguien perdona una ofensa, lo único que está haciendo, en realidad, es desligarse de la responsabilidad que le cabe por ser su propio ofensor para trasladarla a otro.
Ruanel: La definición está bien porque se perdona desde el ego. Interlocutor: ¿Es decir que, contrariamente a lo que cree todo el mundo, perdonar es un acto de soberbia? Ruanel: Perdonar no es un acto de amor sino de soberbia, lo ratifico. Y hay personas que toman el perdón por sobre el amor. Es decir, es como si yo pusiera el ego por sobre el amor. Interlocutor: Siempre se ha dicho que se perdona con el corazón. Ruanel: Reitero para que no quede ninguna duda: se perdona con el ego. El corazón no perdona porque para perdonar primero tiene que culpar y el corazón no culpa. Voy a ser claro y conciso en este asunto, como tú ya sabes que siempre soy: el corazón no culpa; entonces, si no hay culpa no hay perdón. Por lo tanto, el corazón no va a perdonar aquello que no ha culpado. Decir que se perdona con el corazón es una falacia total. Interlocutor: El concepto está perfectamente claro. Lo que llama mucho la atención es que algunos consultantes cuestionen algunas cosas que son a mi entender obvias. Pongo como ejemplo la definición del perdón, que no la han llegado a entender. Ruanel: Esas personas tienen una información equivocada y por eso cuestionan. Mi hermano Rah, de Antares IV, siempre pone como ejemplo el de los vasos comunicantes. En física elemental, si tú tienes un litro de agua en un envase y quieres trasvasarlo a otro que tenga menos capacidad, no podrás hacerlo porque va a desbordar. Aplicando este ejemplo a dichas personas, si ellas tienen su cuerpo causal lleno de conceptos, no se podrán poner otros conceptos si primero no se lo vacía. Las personas que cuestionan la definición del perdón parten de una falacia que tiene origen en una información errónea. Desde el cuerpo causal no se culpa. Es como si tú me dijeras que un espíritu Maestro juzgara o condenara. No juzga. Entonces, si yo no condeno no puedo absolver. Lo estoy hablando desde el punto de vista jurídico, que tú conoces bien. Si yo condeno tampoco absuelvo. Si yo no acuso tampoco absuelvo. La absolución es perdón. Entonces, ¿cómo voy a absolver a quien no he acusado? Interlocutor: Está claro. Ruanel: Bien. ¿Y desde qué campo puedes por lo tanto acusar? Interlocutor: Como usted lo dijo, solamente desde el campo del ego. Ruanel: Correcto, ¡solamente desde el campo del ego! Uno más uno es dos. No hay uno más uno cuatro. Interlocutor: Lo que me deja perplejo es que muchos consultantes no esperan a conocer en profundidad nuestro material, que en definitiva son las enseñanzas de ustedes, sino que directamente opinan desde los pocos datos que tienen. Y obviamente opinan en forma errada. Ruanel: Es muy difícil introducir en la mente de las personas nuevos conceptos. Recuerda el ejemplo de los vasos comunicantes. Primero tienes que vaciarlos antes de poder incorporar un nuevo contenido. Ten en cuenta que siempre los nuevos paradigmas fueron combatidos. Siempre. Pasó con Da Vinci, pasó con Galileo, pasó con Giordano Bruno. Y va a seguir pasando. Acuérdate del sabio Newcomb, que sostenía que ninguna máquina más pesada que el aire podría volar, e imagínate a ese supuesto sabio viendo ahora aviones, cohetes y satélites. ¿qué pensaría? Interlocutor: Seguramente que son obras herejes . Ruanel: ¡Exacto! Interlocutor: Pasando a otro tema, hace unos días incorporé al Diccionario Técnico de Psicointegración la palabra "enojo", que extraje de su Diccionario Técnico de la anterior técnica. Aquí usted dice que enojo es "querer dejar todo como está". No lo llego a entender. Ruanel: La persona que está enojada no permite que nadie modifique nada de lo que ella tiene. Hay distintos tipos de enojo. Está el enojo a la vista y está el enojo sutil, donde la persona, por puro capricho, no permite que otra persona modifique un concepto o una idea. La palabra "capricho", que se utiliza en el plano físico, es otra raíz del ego. Entonces, el enojo forma parte del ego: "No me toques esto, déjalo como está". Es un capricho hasta infantil. Interlocutor: ¿Y el antagonismo? Ruanel: El enojo no tiene nada que ver con el antagonismo. La gente confunde enojo con antagonismo, pero son dos cosas distintas. El antagonismo es cuando increpas al otro. El enojo, en cambio, te encierra, y no permite que nada cambie. Interlocutor: Ahora lo veo claro. Ruanel: "Deja mi idea como está". Esto es el enojo. El antagonismo es cuando te vuelcas al otro negativamente, es decir, enfrentando. No te aíslas como en el enojo. La mayoría confunde ambas cosas, tomando al antagonismo como enojo. La descarga de la ira es antagonismo, no enojo. Interlocutor: Asunto aclarado.
UN ABSURDO DEL "CURSO DE MILAGROS"
¿Es válido el autoperdón? Estimado profesor: Usted habla en su página de que el "Curso de Milagros" dice que hay que perdonar y no es así, pues el curso habla del autoperdón. Considero que el autoperdón es imprescindible par poder vivir tranquilo, porque las culpas y todo lo que de ellas deriva es el principio de una vida demente. Considero, y esto es mi verdad, que cualquier ideología o religión, bien llevada, con congruencia, es buena. Nadie tiene el saquito de la verdad, solo hay una verdad universal y ésta es que no existe ninguna verdad universal, por lo tanto, hay que respetar para ser respetado. Lo que para mí es sagrado e importante, de seguro no lo es para ustedes, ¿pero quien soy yo, o quienes son ustedes para decidir lo que es bueno para el otro? Los saludo con amor y paz. Benjamín V.
RESPUESTA Apreciado Benjamín: Tienes un malentendido: no hay que perdonarse nada, porque perdonarse a sí mismo es peor que perdonar al otro: en ambos casos es fruto del ego, no del amor. Se perdona siempre desde el ego. Además, la enseñanza del autoperdón es totalmente estúpida y disparatada en sí misma, porque para perdonarte primero tienes que ofenderte. Es decir, la secuencia es la siguiente: primero cometes un acto hostil, luego te ofendes por haber cometido ese acto hostil y luego te autoperdonas (?). No dudo que tú eres lo suficientemente perspicaz como para darte cuenta de este disparate. Por otra parte, ¿qué es eso de ser indulgente con uno mismo y perdonarse? Es el error que comete la religión Católica con la confesión: te confiesas y el cura te absuelve... ¡Genial! Lo que hay que hacer no es perdonarse, porque eso es una actitud no sólo errónea y cobarde sino que te hace sentir culpable. No tienes nada que perdonarte sino asumir valientemente la responsabilidad y confrontar lo hecho, porque esta actitud te pone "en causa" y perdonarte, en cambio, te pone "en efecto" haciéndote sentir culpable con todas su consecuencias: depresión, angustia, desánimo, y te quita la alegría de vivir. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que va a sentirse alegre después de haberse autoperdonado? Claro que tú no te das cuenta de que el bajón que tienes se debe a esto y le echas la culpa a cualquier otra cosa. Lo que hay que hacer, reitero, es asumir la responsabilidad por lo que uno ha hecho mal y, si se puede, reparar el error, pero siempre aprender la lección que conlleva haber obrado mal. Por otra parte, la enseñanza del autoperdón también es errónea porque ignora que cada acto hostil contra un semejante (y los animales también son nuestros semejantes) implanta una carga engrámica en la mente reactiva, es decir, a nivel celular. Esta carga es detectable en la anterior técnica a través del instrumento, por lo cual es real, y sólo se puede eliminar con la técnica desarrollada por L. Ronald Hubbard. El autoperdón no elimina esta carga, por lo cual el engrama del acto hostil está siempre restimulándose con consecuencias nefastas impredecibles. En cambio, si se confronta el acto hostil cometido -confrontar es asumir y enfrentar con tranquilidad y sin titubear un hecho- en lugar de autoperdonarse, algo que reitero es completamente inútil, esa carga engrámica, si bien sigue estando, deja de restimularse y ya no molesta. ¡Es algo mágico! En cuanto al resto de lo que dices, tienes un malentendido porque no son nuestras enseñanzas sino la de los Maestros de Luz, y ellos nunca se equivocan . Y en lo que respecta a las religiones, todas son falsas porque contradicen lo que dijo el Maestro Jesús: "Nadie necesita de intermediarios para ir al Padre, pues cada uno se salvará de acuerdo a sus propias obras", refiriéndose esto último, obviamente, al Servicio al semejante. Un fuerte abrazo.
Consulta recibida Estimado
profesor, en lo que ustedes comentan sobre el perdón, me doy
cuenta que lo hacen sólo tomando en consideración como ofensas a
palabras dichas por el supuesto ofensor (digo supuesto porque según lo
que entiendo, nosotros mismos somos los ofensores por darle valor a esas
palabras) Dear friend: No tomes literalmente la expresión "palabras", pues pueden ser gestos o actitudes que supongan una ofensa. Si alguien no te lleva al cine como te prometió y tú te ofendes, es obvio que eres tú quien decide ofenderte. Y la prueba está en que si ese día no querías ir al cine porque te dolía la cabeza, en lugar de ofenderte te alegrarás. ¿Captas la idea? Siempre es uno el que se ofende o no se ofende. Un abrazo. Nota: Te sugeriría leer "Mensajes de Radael", porque te va a ayudar mucho conocer bien cómo ven en el mundo espiritual a los roles del plano físico.
Consulta recibida Estimado
Profesor Jorge Raúl Olguín. Estimado Carlos, el concepto del perdón del que habla Jesús está interpretado en otro contexto. ¿Por qué no pedimos perdón? Porque nuestro ego no nos permite.
Habla de aprender a ceder y a disculpar las ofensas, mas no desde la
suficiencia, sino desde la humildad.
Consulta recibida Hola Profesor: Apreciado: Cuando se habla de que se perdona desde el ego se está hablando de aquellos que perdonan lo que le han hecho como si estuvieran siendo magnánimos con ese perdón u estuvieran en un pedestal. No estamos hablando de que si alguien me da un pisotón sin querer y me dice "perdóneme" yo no lo voy a "perdonar" porque si lo perdono es por ego. Lo "perdonaré" en el sentido de que acepto sus disculpas simplemente, sin ego, considerando que no lo hizo a propósito, si es el caso. Ahora bien, si alguien me da un pisotón y me pide perdón y yo lo perdono creyéndome superior al que me pisó, entonces la historia es otra. No tenemos que llevar la cuestión del perdón a aspectos que no tienen nada que ver con que se perdona desde el ego, ya que en muchas situaciones el perdón no significa ego. Estamos hablando exclusivamente de cuando perdonamos con ego. Y por supuesto, es cierto que en general las personas cuando perdonan lo hacen desde el ego sin darse cuenta. Y después que perdonan se sienten como si fueran seres "superiores". A esto nos estamos refiriendo. Un abrazo.
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