MENTE REACTIVA INCONSCIENTE

         

                        

Otra mente reactiva, junto con la mente reactiva depresiva y la mente reactiva impulsiva, cuya función ─negativa─ es captar mensajes subliminales, frases sutiles, ideas y otras cosas, no en su
verdadero sentido sino en el sentido equívoco, impulsando a la persona a una conducta errada.

Por ejemplo, tú dialogas con otra persona y quizás estés mal predispuesto con ella, y entonces, cualquier cosa que diga, tu mente reactiva inconsciente lo malinterpreta a gusto y placer.

De pronto tu computadora funciona mal y llamas al técnico, quien se excusa sinceramente de atenderte porque en ese momento está ocupado con otro cliente, y entonces tu mente reactiva inconsciente, evaluando en forma antojadiza que ese técnico no
es digno de crédito, toma la excusa como una burla y a partir de allí lo difamas con otras personas para que no utilicen sus servicios. Así actúa en forma arbitraria esta mente. La mente reactiva depresiva y la mente reactiva impulsiva no son exactamente el inconsciente, porque el inconsciente actúa aun
estando la mente analítica funcionando a pleno. Y por Psicointegración se sabe que cuando la persona está analítica, es decir, en la plenitud de su razonamiento, no está reactiva, ni depresiva ni impulsiva. Y estando analítica, todo lo que ve, oye, o capta con cualquiera de sus sentidos externos va a archivarse a su banco de recuerdos, que es un banco analítico. El banco
analítico es un banco que discierne, que elucubra, con un 100 % de raciocinio, porque, en definitiva, es el espíritu el que lo usa. En esta mente analítica, sin embargo, opera también el inconsciente, que, vale la reiteración, capta mensajes subliminales, frases sueltas, ideas y otras cosas que cree que son así y en realidad no lo son. Ese inconsciente no se identifica con ninguna de las
distintas mentes (analítica, reactiva automática, reactiva depresiva y reactiva impulsiva) porque por dentro tiene pulsiones, tiene emociones, tiene deseos, y es tan irresponsable que no mide las consecuencias de sus actos. Es un inconsciente que lo único que busca es satisfacer sus deseos. La mente reactiva inconsciente, a pesar de que abarca todas las mentes, es, en sí, un mecanismo
mental completo. Se la incluye entre las mentes reactivas porque también reacciona. Pero es la más peligrosa y la más difícil de tratar, precisamente porque interactúa con todas las mentes. Si una persona de alguna manera se vigila puede controlar los impulsos de la mente reactiva impulsiva, y eventualmente también de la mente reactiva automática, pero no puede hacer lo mismo con la mente reactiva inconsciente, pues como ésta está muy escondida, no puede percibir los conflictos que está gestando. El secreto para que esa mente reactiva inconsciente no tenga poder es estar permanentemente en amor, es estar pensando continuamente en el otro, es estar respetando permanentemente al otro.
Pero recordando primero que todo trabajo pasa por uno mismo. No existe en ninguno de los planos una entidad que ame a otra si primero no se ama a sí misma, y esto no tiene nada que ver con el egocentrismo, sino con el egoísmo.
Egoísmo no significa no querer a los demás, significa quererse a uno mismo. Y el egoísmo está bien, porque la única forma de poder querer al otro pasa por aceptarse primero uno. Si uno se acepta, si uno se respeta, acepta y respeta al otro. Entonces, todas las pulsiones, todas las emociones, todos los deseos
descarrilados van a quedar encarrilados dentro de esa mente y no van a afectar a terceros.