SESIÓN DEL 10/11/2006
Médium: Jorge Olguín.
Entidad que se presentó a dialogar:
Eón, el Absoluto.
PRIMERA PARTE
Interlocutor: ¿Eón?
Eón: ¿Cómo estás tú?
Interlocutor: Bien, con mucho entusiasmo por esta sesión…
Eón: Quiero aclarar a mis consultantes, a todos aquellos que os escuchan, que
cuando yo digo: “¿cómo estás tú?”, o cuando pregunto: “¿qué está sucediendo?”,
es obvio que lo sé.
Todas las preguntas que se hacen en una sesión de parte mía son simplemente en
función de que el diálogo se haga más entendible. Es como que adopto un “rol”,
de ser como vosotros. Y entonces hago preguntas como si ignorara las respuestas.
Interlocutor: Bien, hago la primera pregunta entonces... ¿Actualmente cuántas personas canalizan a Eón, a los elohim y a la Energía Crística?
Eón: En Sol 3, es decir en el planeta que vosotros llamáis Tierra, hay solamente
tres personas que me canalizan.
Interlocutor: ¿Y a los elohim?
Eón: Uno es este receptáculo, otro es un escritor y el tercero es una joven
adolescente, nacida en la región que
llamáis Rusia.
Interlocutor: ¿En qué país está el escritor?
Eón: Es una persona que viaja. Normalmente puede estar en América, puede estar
en Europa…
Interlocutor: Está bien…
Eón: A la Esencia, que está en el plano 9, la única persona que la ha canalizado
hasta ahora es mi receptáculo.
Interlocutor: ¿Y a la Energía Crística?
Eón: Siguiendo el orden alternativo, a los elohim hay en este momento dos
personas que los han canalizado puntualmente. Digo en este momento porque llegó
a haber hasta diez personas que los canalizaban, principalmente a uno muy
conocido por vosotros, que incluso lo han confundido conmigo, cuyo nombre es
Adonai. En este momento, reitero, lo canaliza la joven rusa antes mencionada y
también este receptáculo, Jorge Olguín.
Interlocutor: ¿Y a la Energía Crística?
Eón: En este momento la canalizan solamente dos personas, este receptáculo y la
joven rusa.
Interlocutor: ¿Qué es en realidad la Energía Crística?
Eón: Voy a dar un pequeño panorama de ella. La Energía Crística es una Energía
pensante, al igual que la Energía
Búdhica y otra Energías. Es una Energía conceptual, y lo aclaro porque cuando
nosotros hablamos de Energía podemos llegar a pensar –me incluyo, porque insisto
en que estoy interpretando un rol, ya que de lo contrario le dificulto al médium
el lenguaje– como que es una energía sin
vida. No, nada que ver.
La Energía Crística es una Energía pensante, una Energía conceptual como lo
puede ser una entidad espiritual o una entidad angélica.
Interlocutor: ¿Y cuál sería la diferencia?
Eón: La diferencia es que la Energía Crística, la Energía Búdhica y otras
Energías divinas, no dan en absoluto ningún paso a rol de ego porque no
encarnan. Su vibración es tan elevada que no da, por su característica, paso al
ego. Es como si tuviera, para que me entendáis, como anticuerpos ante el ego,
algo que los elohim, que están un escalón más arriba, no tienen. Por eso a esta
entidad tan querida por mí y tan polémica llamada Jehová o
Yahvé lo tomó un
gigantesco rol del ego cuando estuvo como Logos.
Interlocutor: Esta claro…
Eón: La Energía Crística, que en Sol 3 se la ha denominado como el Cristo, es
una Energía pensante que puede enviar un pequeño seudópodo a algún ser encarnado
como para mejorar su misión, como lo ha hecho con el Maestro Jesús cuando estuvo
encarnado.
La Energía Crística visualízala como vuestro Sol, como si tuviera rayos de luz,
pero que en lugar de rayos de luz tuviera rayos sanadores. Esos rayos sanadores
están en una vibración específica, y lo que hacen determinados médium al
canalizar esa Energía, como lo hace este receptáculo, es concentrarla como si
fuera un rayo láser y enviarla a la persona que tiene problemas de vibraciones
negativas, o tiene su aura marcada con distintos influjos negativos.
Interlocutor: ¿Qué alcance tiene esa Energía sanadora desde el médium a la persona enferma? ¿O no tiene límites?
Eón: En el planeta Tierra no tiene límites, en absoluto. El planeta Tierra tiene
una
circunsferencia de 40.000 km., que es irrisorio para la Energía Crística.
Interlocutor: Entiendo…
Eón: El riesgo está en que aquel que quiera canalizar la Energía Crística debe
tener un entrenamiento adecuado para hacerlo, pues de lo contrario puede ser
engañado por las entidades negativas haciéndole creer que la canaliza.
Interlocutor: ¿Un mal médium podría canalizar a la Energía Crística y distorsionarla? ¿O directamente no la podría canalizar?
Eón: Podría canalizarla…
Interlocutor: Y distorsionarla…
Eón: Distorsionarla no, porque en realidad la Energía Crística no se
distorsiona, ya que la pureza no se puede distorsionar. Lo que sí puede hacer,
para mal, es poner parte de su propio rol de ego…
Interlocutor: Dentro de esa energía…
Eón: No, dentro no, porque la Energía
es inmutable, sino acompañándola. Es como si tú tuvieras una vacuna contra
determinada enfermedad y le agregaras otro producto. Esa vacuna, entonces, en
lugar de crear una coraza contra esa enfermedad y hacer al cuerpo inmune, lo
altera tanto que al final lo deja más desprotegido que antes.
Interlocutor: ¿El médium que canalizara la Energía Crística sin estar preparado se crearía karma?
Eón: Por supuesto que sí. Al supuesto sanado le crearía un efecto placebo y al
cabo de un tiempo volvería a estar como antes o peor. Hay que tener mucho
cuidado con las promesas de sanación.
Fíjate que este receptáculo, a quien quiero tanto como a todos vosotros, porque
todos ustedes son mis hijos, tiene mucho cuidado cuando le piden sanación. Lo
primero que hace, porque él tiene una ética integrada en su espíritu, es enviar
a la persona al profesional adecuado. Una vez que la persona va al profesional
adecuado, como complemento recién envía la Energía Crística.
Interlocutor: Está claro…
Eón: Pero aun sabiendo él que la Energía Crística es la Energía divina más
importante, no la da como terapia única, sino siempre como terapia
complementaria de la terapia física.
Interlocutor: El punto está aclarado. Paso ahora a otro tema que muchos lo preguntan… En la primera sesión en la que se presentó con este receptáculo, usted dijo que era la primera vez que lo canalizaba un médium. La polémica se armó porque hubo otros que lo canalizaron antes, como por ejemplo el Maestro Jesús.
Eón: La respuesta es la siguiente: en el caso del Maestro tan amado Jeshua, no
me canalizó en forma de mediumnidad parlante, como dando un mensaje de la manera
como lo hace este receptáculo ahora. Me canalizaba de manera distinta. No hay
una sola manera de canalizarme, y esto es lo importante destacar, porque la
variedad, si es una variedad que suma, es algo positivo.
Cuando el receptáculo dijo que era la primera vez que me canalizaba se refería a
que era la primera vez que un médium mostraba cosas tan importantes. Por
ejemplo, he llevado a su espíritu de mi mano –estoy hablando en un lenguaje
físico–, a hacerle recorrer las distintas galaxias, incluso llevarlo al Big Bang
de este universo…
Interlocutor: ¿Podríamos decir, entonces, que es la primera vez que alguien canalizaba a Eón con esa categoría, con esa magnitud?
Eón: Exacto… En esa canalización lo hice subir a un plano tan alto que llegó a
ver a la Esencia, que está en el plano 9, como una neblina gris oscura. Y llegó
incluso a superar el plano de los Aes, el plano 10.
Interlocutor: ¿Johnakan tuvo lo que se llama Percepción unitaria?
Eón: No, está más allá de los títulos. A Johnakan lo he sacado fuera del espacio
y del tiempo e incluso de los planos…
Interlocutor: ¿Johnakan recuerda todo perfectamente? Lo pregunto como para convocarlo para que nos relate la experiencia.
Eón: No, no lo recuerda todo, porque hubo hechos más importantes, hasta lo llevé
a un universo anterior, es decir, atrás de este Big Bang, a una octava más baja…
Interlocutor: ¿Pero por qué no recuerda todo?
Eón: Porque aunque el espíritu no pierde la memoria, como hay hechos que
teóricamente un espíritu no puede hacer, tampoco puede recordarlos. El espíritu
es creado por mí, en este universo,
con esas limitaciones.
Interlocutor: ¿A qué otros lugares lo llevó?
Eón: Lo llevé a un universo paralelo, lo llevé a distintos universos alternos,
lo llevé fuera de todos los planos, porque el plano más alto, según vuestra
medida, es el plano 10, el plano de los Aes.
Interlocutor: ¿Lo llevó más allá del plano 10?
Eón: Lo llevé, reitero, fuera de todos los planos… Lo llevé al plano más bajo,
que es el plano -2, el de la Octava esfera, para que perciba cómo es. Lo llevé,
dentro del plano físico, a otra galaxia, que vosotros llamáis Andrómeda… Lo
llevé más lejos aún, donde él podía percibir los cúmulos de galaxias, que son
las supergalaxias… Lo llevé más lejos, a unos 15 millones de vuestros años luz…
Veía los cúmulos de galaxias como pequeños puntos…
Interlocutor: ¿Johnakan llegó a consustanciarse con el Absoluto, como lo haremos todos nosotros al llegar el Big Crunch?
Eón: Hasta ese punto, no. Casi se llegó a consustanciar, porque era la única
manera de “poder” transportarlo a otros universos. Sólo no lo hubiera podido
hacer.
Interlocutor: Entiendo… Ahora que recuerdo quiero preguntarle sobre qué significa que cada Big Bang es una octava más elevada que el anterior. Me refiero fundamentalmente hasta qué punto se eleva una octava.
Eón: Cada universo es una octava más alta, de la misma forma que la escala
musical. La pregunta de ustedes sería “hasta cuando”.
Interlocutor: Como pianista entiendo lo de las octavas, pero sí, la pregunta fundamental es ésa.
Eón: La respuesta es “hasta siempre”. Es como si me preguntaras hasta cuando va
a haber Big Bang…
Interlocutor: ¿No hay un límite?
Eón: No, no hay un límite.
Interlocutor: ¿No hay una cantidad?
Eón: No, no hay una cantidad.
Interlocutor: Bueno, aquí, encarnados, no lo podríamos entender.
Eón: No, son fórmulas matemáticas… Yo podría explicarles a vosotros el verdadero
sentido de la Singularidad de un agujero negro. Porque hay muchas teorías del
siglo XX que dicen –esto es para personas que conocen del tema– que el horizonte
de sucesos, a medida que uno va –cuando digo “uno” me estoy refiriendo a un ser
físico– acercándose al agujero negro, prácticamente ni siquiera la luz puede
escapar. Entonces el objeto sería absolutamente absorbido hasta su centro.
Hay una teoría que dice que el tiempo se va ralentizando, que el tiempo se va
deteniendo, entonces es como que teóricamente nunca llegaría al centro. Desde ya
digo que eso no es cierto.
El tiempo no se modifica a ese extremo. Y sí existen los agujeros blancos.
Digamos que luego de un agujero negro hay un agujero blanco.
Existe la energía oscura y existe la masa oscura. En este momento es una masa
elástica que está permitiendo que el universo siga expandiéndose. Y todavía se
está acelerando la expansión universal, hasta que llegue un momento en que eso
se frene y empiece la contracción. Pero para eso faltan miles de millones de
años.
Interlocutor: O sea que tenemos que aceptar que los big Bang son infinitos y que esa infinitud obviamente nosotros no la podemos entender…
Eón: Pero lo importante es que hay algunos de vuestros físicos y astrónomos de
este siglo XXI en vuestro planeta que ya están despertando a esa teoría de que
hubo otro universo antes de este Big Bang. Y es mérito de de este receptáculo el
haberlo dado a conocer hace muchísimos años.
Interlocutor: Desde nuestro punto de vista, y desde nuestra capacidad de
encarnado, entonces, queda claro que no podemos entender cómo cada universo se
siga elevando una octava sin que no haya un final para esa elevación.
Si yo le hiciera la pregunta, quizás absurda, sobre cuál es el largo de un piolín o, mejor aún, cuál es el último número, es decir, el número más elevado, ¿cuál sería la respuesta de Eón?
Eón: Querido hijo, te voy a responder de una manera capciosa: si yo te digo que
lo más importante en cuanto a extensión es la eternidad, a los pocos segundos te
puedo decir que matemáticamente puede haber eternidad2 o eternidad3.
En este sentido, algunos matemáticos especularon un infinito de hileras de camas
y al lado otro número infinito de hileras de camas. ¿Qué significa entonces
esto? Significa que “infinito” no es una medida, porque si fuera una medida
tendría límite. Es una paradoja verbal, que en forma conceptual se entendería
más.
“Infinito” y “eternidad” no son compatibles con “límites”. Por eso se puede
hacer la jugarreta de decir infinito2 o eternidad2,
infinito3 o eternidad3. O multiplicar infinito por
infinito o infinito2 por infinito2…
Interlocutor: En concreto, entonces, hacia atrás los universos disminuyen octava por octava, y hacia adelante aumentan octava por octava indefinidamente…
Eón: Si quieres jugar más a la paradoja, tú me dirías que llegarña un momento
hacia el pasado en que las octavas sean cada vez más densas hasta el punto en
que tendrían que dejar de ser…
Interlocutor: Eso, por ejemplo…
Eón: Y también me dirías que en un momento en el futuro las octavas serían tan
agudas que tendrían también que dejar de
ser…
Interlocutor: Claro…
Eón: Pero poniéndome yo en el rol de ser que no entiendo –y esto reitero que lo
hago para facilitar la sesión– ¿qué sabemos nosotros dónde termina la densidad y
qué sabemos nosotros hasta donde termina la vibración sutil?
Lo que para ti puede ser lo más denso, quizás no lo sea para mí…
Interlocutor: ¿Entonces tenía razón con su paradoja el filósofo Zenón, cuando dijo que en una carrera, si la liebre le da un metro de ventaja a la tortuga, la tortuga nunca alcanzaría a la liebre?
Eón: Matemáticamente nunca la puede alcanzar, porque todo el recorrido que hace
la liebre hasta llegar a la tortuga, en ese lapso la tortuga avanzó... Empecemos
nuevamente de cero... De vuelta la liebre llega hasta donde está la tortuga,
pero como la tortuga avanzó, otra vez no la puede alcanzar.
Es decir que con esta demostración, matemáticamente la liebre nunca podría
superar a la tortuga. Sin embargo la liebre en los hechos la pasa a la tortuga…
Interlocutor: ¿El universo es matemático, entonces?
Eón: El universo, para vosotros obviamente, es impredecible. Mi receptáculo
tiene razón cuando a veces dice “no intentemos entender todo, entendamos lo que
está a nuestro alcance para poder ser fructíferos”
Interlocutor: Bien, yo quisiera dejar esto en suspenso para darnos tiempo de
madurarlo y pasar a un tema que considero bastante complejo, y es la cuestión
del movimiento. Eón, desde el punto de vista lógico, no puede moverse, porque ¿a
dónde va a ir si Eón es todo. Esto me lleva a suponer que Eón está en una
quietud total y que ni siquiera vibra, por lo que los Big Bang tampoco
ocurrirían en el tiempo.
La pregunta consecuente es cómo se podría entender entonces el movimiento que nosotros percibimos como real. ¿Es una ilusión acaso? Si yo muevo mi brazo, ¿este movimiento existe desde la eternidad misma?
Eón: No, no es así… Querido hijo, voy a responder con una paradoja, explicado
como si yo fuera un ser similar a vosotros… Es como si yo pudiera desdoblarme.
Por un lado, si yo soy el universo manifestado y estoy en todo el universo, es
como si yo estuviera en un receptáculo de un metro cúbico y mi cuerpo físico
tuviera un metro cúbico de volumen. No podría moverme porque estaría
absolutamente contenido en ese envase… ¿Hasta ahí me sigues?
Interlocutor: Sí, perfectamente…
Eón: Bien, ésa sería tu teoría con respecto a mí y al universo.
Interlocutor: Exacto…
Eón: Y es real, es así. Pero hay una segunda parte. La segunda parte es que
dentro de ese Eón tengo una libertad conceptual para moverme, ¿porque si no cómo
hago para trasladar a Johnakan a universos alternos, a universos paralelos, a
universos anteriores, a otras galaxias?
Si yo fuera fijo e inmutable ni siquiera podría estar en este momento
comunicándome.
Interlocutor: Pero entonces cómo…
Eón: Continúo con la respuesta… Nunca tengas un criterio tan estrecho como para
verme, y esto te lo digo con todo amor, desde un sólo punto de vista. Tú has
formulado la teoría de que para mí el tiempo no existe porque soy un Eterno
Presente.
Interlocutor: Cierto…
Eón: Pero yo tengo la capacidad para subirme también al tren del tiempo, y puedo
ver las cosas pasar, porque puedo hacer todo. Puedo trasladarme al presente,
puedo trasladarme al pasado…
En este mismo momento, con mi concepto estoy comunicándome con vosotros, en este
mismo momento con mi concepto estoy viendo al Maestro Jesús en Getsemaní, en
este momento con mi concepto estoy viendo mil años en el futuro, en este momento
con mi concepto estoy en un planeta
de la Galaxia de Andrómeda, en este momento con mi concepto estoy en infinitos
lugares… Puedo trasladarme conceptualmente a todos ellos…
Interlocutor: Pero pienso que no habría necesidad de trasladarse porque usted ya está en todos esos lugares…
Eón: Es una especie de trasladarse conceptual…
Interlocutor: ¿Sin movimiento?
Eón: No, con movimiento, porque el movimiento lo tengo que hacer, y retomo el
tema por tercera vez: cuando yo tomo a Johnakan y lo traslado a otros universos,
claro que tengo que “moverme”. Me muevo conceptualmente, pero me muevo…
Interlocutor: Entonces, ahora viene la segunda pregunta: si hay un movimiento es porque empezó en algún momento. Y aquí está la paradoja: ¿Cuándo empezó ese movimiento? La pregunta viene al caso porque ¿cómo puede haber un movimiento que nunca haya empezado?
Eón: Ya he dado en otra oportunidad el ejemplo de la Cinta de Moebius, que no
tiene comienzo y no tiene fin… Ya se ha dado muchas veces el ejemplo hipotético
de que tú viajes al pasado con una supuesta máquina que pudiera acelerar, no
miles de años sino hasta pasar los Big Bang y Big Crunch cada segundo: Big
Bang-Big Crunch-Big Bang-Big Crunch-Big Bang… Llegaría un momento en que te
encontrarías en el futuro.
Entonces tú me dirías capciosamente y con mucha seguridad: “No, nunca podría
enlazarse el pasado con el futuro porque el universo en el superfuturo tendría
una octava tan elevada en vibración, tan aguda, que jamás podría enlazarse con
el superpasado, donde estaría la octava más densa.
Y mi pregunta es, poniéndome en el lugar de ustedes, ¿qué sabemos nosotros si
esa superdensidad y esa superagudeza no son compatibles como para encastrarse?
¿Lo entiendes?
Interlocutor: Lo estoy elaborando…
Eón: En el futuro –pueden ser cientos de universos más adelante–, el universo va
a tener una escala tonal elevadísima. Mil universos atrás –digo mil como pueden
ser un millón o diez millones o más–, la escala tonal era absolutamente densa. Y
como yo hablé de la Cinta de Moebius, la mayoría va a interpretar que el
universo pasado se va a encastrar con el universo futuro y por lo tanto va a ser
una rueda eterna. Entonces la pregunta que tú me harías es: ¿cómo va a encastrar
una escala tonal tan densa con una escala tan aguda y sutil.
Y mi respuesta es: encajan perfectamente. Y punto.
Interlocutor: Volviendo al principio de la pregunta, no sé si cabe preguntar, por una parte, ya que Eón se mueve, aunque sea conceptualmente, cuándo comenzó ese movimiento. Y por otra parte, si Eón únicamente encarna, para decirlo de alguna manera, con sólo un 10 % –me refiero al mundo físico y al espiritual en su conjunto– ¿qué hace el 90 %? ¿No se aburre soberanamente teniéndolo todo y sabiéndolo todo?
Eón: La respuesta a la primera pregunta es: yo le dicté al 10 % de Johnakan, a
este receptáculo, Jorge Olguín, el comienzo de El Cielo responde:
“Al principio era la Nada y el Todo”.
La Nada y el Todo significan que se encuentran el primer universo con el último
universo. Entonces nunca hubo un comienzo. Ese principio es un principio
virtual, y esto lo digo para que lo entiendan aquellos que saben computación o
física… Es un principio en realidad inexistente. Ese enlace no significa
realmente un final y un comienzo. Todo es un continuo girar.
Interlocutor: Que nunca comenzó, siempre existió…
Eón: Claro… Y el movimiento no tiene por qué dejar de ser. Y con respecto a que
si hay un 10 %, que es la parte manifestada, y otro 90 %, ya voy a explicarlo,
así como también lo que sucede con ese 90 % restante y otros universos que están
por encima, los superuniversos.
Ésta es una teoría que doy a conocer ahora, y que luego, cuando los matemáticos
la desarrollen, van a creer tener la primicia, pero la primicia la estoy dando
yo en este momento, que en vuestra fecha y en vuestras medidas es el 10 de
noviembre de 2006.
Reitero, entonces, que hay otros superuniversos que contienen a este universo
donde estoy absolutamente manifestado en un 100 %. Se llaman “universos
burbujas”. Me abstengo de darles más información porque podría marearlos en
vuestra comprensión.
Interlocutor: Aunque esto ya se ha dicho, quisiera ratificarlo: no existe más que Eón, es decir, no hay otro Eón. ¿Es así, concretamente?
Eón: Eón es amor, Eón es humor… Y voy a terminar en broma esta parte de la
sesión: ¿Seré realmente todo?
En esta Creación lo soy...
¡Me voy a asomar al último universo burbuja a ver
qué hay más allá! Te amo, hijo, y continuamos esta sesión en la segunda parte.
Interlocutor: Hasta luego entonces...
SEGUNDA PARTE
Interlocutor: Antes que nada quería preguntarle sobre los poderes del Absoluto, porque sabemos que hay cosas que no puede hacer. O sea que Eón tiene límites. Por ejemplo, no puede crear otro Eón, no puede hacer que en el juego del Truco la carta del Cuatro le gane a la carta del As, salvo por supuesto cambiando las reglas del juego, en cuyo caso no sería el ejercicio de ningún poder. Tampoco podría destruirse a sí mismo. No puede hacer que Nerón no haya quemado Roma, o que en este momento el Maestro Jesús no esté siendo crucificado…
Eón: Son distintas paradojas, porque sí lo podría hacer. Pero, al igual que
vosotros, yo también crearía universos alternos, modificando lo que ya ha sido
escrito por mí…
Interlocutor: ¿Pero acaso no forma parte de la esencia de Eón que Nerón queme Roma, que Kennedy sea asesinado y que Jesús sea crucificado?
Eón: Esos ejemplos que tú das aquí, en miles de millones de millones de planetas
suceden episodios similares, con mártires, con héroes, con gente odiada, donde
otros canalizadores me han hecho las mismas u otras preguntas, y la respuesta es
que hay cosas que no puedo hacer. No puedo crear un compañero, porque no puede
crear una esencia similar a la mía. Eso no significa que sea limitado. Hay cosas
que son reglas que de alguna manera yo mismo he creado al manifestarme. Yo me
manifiesto de determinada manera, y dentro de la vibración de esa manifestación
quizás yo mismo me he puesto esos límites. La otra pregunta sería: ¿Yo me he
creado o estuve siempre?
Interlocutor: Estuvo siempre… Supongo que es como el círculo, que siempre existió y nunca fue creado…
Eón: Y a medida que el universo va subiendo en octava yo también voy subiendo en
octava y voy, como dicen algunos filósofos, evolucionando. Eso de “evolucionar”
es relativo.
Interlocutor: Eón evoluciona y al mismo tiempo no evoluciona…
Eón: Claro, porque en determinado momento también me encuentro con el Eón
anterior… El Eón anterior es para vuestra medida de tomar el tiempo... Digamos
como que si el último universo se enlaza con el primer universo, esa octava tan
elevada con esa octava tan baja, y que encastran, también encastro yo, Eón del
futuro, con yo, Eón del pasado.
Interlocutor: Pero también hay un Eón que lo abarca todo… El núcleo de Eón…
Eón: A eso me refiero, a que sí puede haber movimiento, porque si no hubiera
movimiento y Eón fuera fijo, ni siquiera podría encastrarme, el Eón del pasado
con el Eón del futuro.
Es decir, dentro de lo que en el plano físico me llaman el Todopoderoso puedo
estar fijo y a la vez moverme, puedo estar en todas las partes a la vez, puedo
estar comunicado con vosotros, puedo estar comunicado con otras entidades…
Interlocutor: Está bien, pero hay un punto que quiero aclarar: Jesús, que en este momento está sufriendo en la Cruz, no fue creado por usted sino que forma parte de su esencia desde la misma eternidad.
Eón: Forma parte de lo que yo he creado, que es el libre albedrío, y el libre
albedrío permite que las criaturas elijan, tengan una opción. No caigamos en la
frase que se ha dicho muchas veces de que todo está escrito, porque en
determinado momento los protagonistas son los que van escribiendo esa parte de
la historia en los distintos mundos, en los distintos planetas, en las distintas
galaxias.
Aunque para mí todo es un Eterno Presente –porque yo lo puedo vivir en este
momento y a su vez lo puedo mirar desde el futuro, y a su vez lo puedo mirar
desde el pasado como que todavía no sucedió pero tengo que dejar que ocurra–,
por el principio de no intervención, a todos mis hijos yo les doy la posibilidad
de optar.
Entonces, así como está la paradoja del Eón inmóvil que ocupa todo, como el
ejemplo que di en la primera parte de esta sesión –del cuerpo que tenía un metro
cúbico encerrado en un recipiente de un metro cúbico y que no puede moverse ni
siquiera un milímetro cúbico porque lo ocupa todo–, en mi caso yo no estoy
encerrado en el universo que me contiene. Yo soy el universo también. Entonces
no es que me contiene…
Interlocutor: Lo que no entiendo es cómo se puede decir que Eón creó, por ejemplo una cucaracha, si en la eternidad de Eón la cucaracha existió siempre… ¿Será como dijo Hermes, que todo es y no es al mismo tiempo?
Eón: Exacto, todo es y no es al mismo tiempo, y en cada universo creado, en cada
explosión del Big Bang, le doy nuevas tareas a los dioses menores, los elohim,
para que creen a los distintos espíritus y a las distintas entidades angélicas,
que en realidad las creo yo, porque finalmente soy yo el que doy la energía a
los elohim para crear a los seres vivientes.
Toda energía de los elohim es energía mía. Entonces, cuando se escribe: “el
Absoluto crea a los elohim, y los elohim crean a los espíritus y a las entidades
angélicas”, etc., etc., las crean en realidad a través mío.
Interlocutor: Está bien… ¿Y cómo “pesa” en Eón el sufrimiento de Jesús o cuando yo tengo un dolor de cabeza? ¿O Eón es totalmente ajeno a ese sufrimiento? Lo pregunto porque somos parte de Eón…
Eón: No puedo ser ajeno, porque tú lo has dicho, son parte mía, pero tampoco
puedo involucrarme a todo de la manera que tú lo haces entender, porque de
pronto hay una estrella supernova que barre con todos los planetas, que barre
con dos civilizaciones y mueren miles de millones de seres. Algo así yo lo veo
como un hecho pero sin involucrarme.
Tú me preguntas por el sufrimiento de Jesús. Claro que es importante también,
pero está en mí involucrarme y no involucrarme. Siempre tómame como dual, pero
no porque quiera escapar por la tangente, como decís vosotros en el plano
físico, sino porque es así.
Me va a afectar el sufrimiento de todo ser, pero ese sufrimiento tiene que ser…
Interlocutor: ¿Por una cuestión de dualidad?
Eón: No, por una cuestión de enseñanza. No lo veamos como dualidad de
sufrimiento-placer, porque se puede entender como que estoy gozando con esa
dualidad. No pasa por gozo ni pasa por sufrimiento. Pasa porque el universo es
una escuela de aprendizaje, y entonces las criaturas van aprendiendo.
Interlocutor: A ver si entiendo: con todo lo que usted ha dicho hasta ahora también podría usted decir: Bueno, se acabó todo el plano físico y todo el plano espiritual y queda solamente el núcleo de Eón…
Eón: Felicito a tu Thetán, se ve que está muy conectado conmigo, y eso es un
mérito, y espero que no te hinches de ego, porque eso es lo que iba a decir a
continuación.
Una pregunta que me hice a mí mismo y que respondí: ¿Que necesidad hubo de crear
vida? Voy más lejos: ¿Qué necesidad hubo de crear el universo, por qué
manifestarme, por qué no estar en la nada? Y mi respuesta es: ¿Y por qué no? La
vida es hermosa, es hermoso ver la sonrisa en un humano
homo sapiens, es hermoso ver una
mueca en un ser en un planeta distante donde esa mueca ustedes no la
entenderían…
Interlocutor: Pero el asunto es que si yo fuera Eón hubiera creado puro placer y pura felicidad… Entonces la pregunta del millón es por qué Eón no ha hecho lo que yo haría… En concreto, ¿por qué es necesario el sufrimiento?
Eón: Porque todos los seres encarnados y todas las entidades espirituales de
alguna manera son falibles –falibles no es menosprecio, porque amo a todos los
hijos–, falibles en el sentido de que tienen que aprender como un bebé de
vuestro mundo que quizás el día del mañana se transforme en un gran sabio, pero
que al comienzo le tienen que dar
el puré en la boca con una cucharita…
Una eterna felicidad los convertiría en autómatas. Me gustaría que eso lo
filosofen ustedes. Una eterna felicidad les crearía finalmente engramas.
Debatirían muchas cuestiones, llegarían a increparse, si lo tuvieran todo. Si lo
tuvieran todo a nivel físico. No hablemos de otros mundos…
Interlocutor: ¿Usted me está diciendo que Eón es incapaz de crear una felicidad que no produjera engramas?
Eón: La respuesta es sencilla. ¡Claro que puedo crear una felicidad que no
provoque engramas!, pero el espíritu en sí, la vibración que yo he creado, y la
he creado a propósito de esa manera con ese tipo de vibración inquieta, hace que
la felicidad pueda producir engramas, más que el propio sufrimiento.
Interlocutor: A ver si entiendo: ¿Usted, en ese Eón eterno, se encuentra con limitaciones?
Eón: No, en absoluto. Opté directamente por crear los espíritus con ese tipo de
vibración…
Interlocutor: Sobre la base de “¿y por que no?”…
Eón: Correcto… Y me pareció una excelente opción, y dentro de esa opción reitero
que la felicidad puede traer engramas. Una persona que tiene todo abastecido,
que tiene todo lo que puede tener un ser en el plano físico, como ser un
compañero o compañera, diez compañeros o compañeras, la mejor comida, los
mejores licores, los mejores aromas, la mejor posición económica… En síntesis,
hacer un chasquido con los dedos y tener todo. En determinado momento esa
persona hasta puede perder su sentido de realidad y su decodificador entrar en
corto…
Interlocutor: Quisiera dejar todo esto en suspenso para darnos tiempo de
estudiarlo y madurarlo y preguntar algo que considero importante. Yo, espíritu
–no yo 10 % sino Radael, espíritu 100 %–, cuando llegue el Big Crunch y
finalmente me sumerja con todos los demás en Eón, ¿lo haremos dentro del núcleo,
fuera del núcleo, o dónde? La pregunta crucial es si entenderemos total y
absolutamente al Absoluto, es decir si lo abarcaremos todo, junto con todos los
infinitos Big Bang.
Antes de que responda hay esta otra pregunta: ¿Radael sigue con su individualidad o es como la gota que se evaporó del mar pero que cuando regresa al mar se disuelve en el mar y desaparece la gota volviendo a ser otra vez el mar mismo?
Eón: Primero, al producirse el Big Crunch el universo deja de ser como tal y se
trasforma todo. Según los físicos se transforma en una Singularidad. El universo
deja de existir hasta que está la Nada.
Interlocutor: No Eón, el universo…
Eón: Exacto, el universo… Eón se adapta, y dentro del supuesto plano físico, que
en ese momento estaría comprimido en un átomo, Eón estaría pequeño como un átomo
en el plano físico y en el plano espiritual. Porque el plano espiritual también
acompañaría al plano físico en esa Singularidad. Esto nunca se ha dicho.
Pero yo también estoy más allá de los planos y entonces junto con ese Big
Crunch, eso que tú llamas núcleo mío, esa parte inmóvil, se funde con la parte
móvil. Y todos mis hijos se funden conmigo, y de alguna manera, como ya se ha
dicho hace algunos años atrás, sí pierden la identidad
Interlocutor: ¿Cómo una gota que cae al mar?
Eón: Así es, como una gota que cae al mar.
Interlocutor: ¿O sea que la parte y el todo serían lo mismo?
Eón: En un momento determinado, sí. Cuando hay una nueva explosión y se forma un
nuevo universo, vuelvo otra vez a crear toda la estructura: Aes, Esencia,
elohim, a los cuales les doy la tarea de crear nuevos espíritus, que no se van
acordar del universo anterior.
Por eso dije que tuve que hacer lo que vosotros llamaríais un “truco” para
llevar Johnakan a un universo anterior, porque en ese universo anterior Johnakan
no existe.
Interlocutor: Pero siempre estamos hablando desde el punto de vista de que usted está dentro del tiempo junto con nosotros, porque todo eso ya está hecho en ese eterno presente que es Eón…
Eón: Exacto, pero yo lo digo así para ser entendido. Yo estoy fuera de todos los
tiempos y de todos los espacios.
Interlocutor: Entonces, ¿cuando Radael se funde con el Absoluto desaparece Radael y es el Absoluto?
Eón: Así es, Radael es parte del Absoluto y es el Absoluto, de la misma forma
que la gota, en el ejemplo que tú diste, es el mar.
Interlocutor: A ver si puedo concretar la idea: Esta parte mía, que en este momento, por mis limitaciones como espíritu, no puedo entender de Eón, sí lo voy a entender perfectamente cuando me funda con él porque también voy a ser él… ¿Es así? ¿Voy a ser la totalidad de Eón?
Eón: La totalidad de Eón en ese instante.
Cuando se produce de nuevo la gran
explosión vuelvo a crear otra vez la estructura y en esa estructura hay nuevos
espíritus, nuevas entidades angélicas…
Interlocutor: ¿Pero siempre la parte que encarna, digámoslo así, es el mismo 10 %?
Eón: No necesariamente. Igual que vosotros que cuando encarnáis como roles no
siempre encarna el mismo 10 %, el 10 % de mi receptáculo, Jorge Olguín, quizás
no sea el mismo 10 % que encarnó Juan de la Cruz o como Juan Zebedeo o como
Ananda. Pero la esencia del espíritu es toda la misma.
Interlocutor: Pero el núcleo nunca encarna… ¿Es así? ¿O todo es núcleo?
Eón: Eso del núcleo es una forma de decir. En realidad no hay un núcleo. Haz de
cuenta que soy como un espíritu en otra magnitud, y el espíritu no tiene un
núcleo. Tú, como espíritu, no tienes un núcleo. Eres un espíritu puro 100 % que
encarna, en cuyo caso tu 90 % queda en el plano espiritual y el 10 % en el plano
físico. Es una energía conceptual pensante.
Interlocutor: Eso está perfectamente claro…
Eón: Bueno, defíneme a mí como una energía conceptual pensante absoluta.
Interlocutor: Más claro imposible…
Eón: La palabra “absoluto” quizás te dé una idea más clara porque es más
profunda que “eternidad” o “infinito”, porque infinito sí se puede multiplicar
por sí mismo, y también se puede sumar eternidad más eternidad. La palabra
absoluto cubre todo y por eso hablar absoluto más absoluto ya no tendría
sentido, ni siquiera para el más grande de los matemáticos.
Si lo deseas, llámame tú una energía pensante conceptual absoluta.
Interlocutor: ¿Nada de núcleo, entonces?
Eón: ¿Quieres encontrar un núcleo?
Interlocutor: Bueno, sí…
Eón: Llámalo amor, porque amor es creación, pero amor también es diversidad… Eso
es lo que la gente de este planeta no entiende… La diversidad le incomoda a la
gente de este mundo. Vas a encontrar gente racista, vas a encontrar gente que
discrimina por dinero, por raza, por religión… No entienden que la diversidad
también es amor…
Interlocutor: Entiendo… Antes de concluir la sesión ¿puedo hacer algunas preguntas cortitas salteadas?
Eón: Bien, hazlas…
Interlocutor: ¿Cuál es la felicidad de Eón?
Eón: La diversidad de mis hijos.
Interlocutor: ¿Ésa sería la respuesta?
Eón: Así es, y ver que mis hijos de a poco van comprendiendo. Entonces muchos me
preguntarán: ¿Qué pena, Eón, que al final, cuando llegamos a captar todo, cuando
ya tenemos compañeros –porque todos
los seres de esta Creación llegarán a alcanzar la iluminación–, inmediatamente
después que nos fundimos con el Absoluto comienza de nuevo otra cosa… ¿No es una
pena ese borrón y cuenta nueva?
Es una pena para vosotros, que lo miráis desde el apego. A ver si me entendéis.
Vosotros lo miráis desde el apego, desde el apego de decir: ¿Ahora que
aprendimos la lección cierran la escuela?
¿Se entiende?
Interlocutor: Obviamente sí porque está muy claro…
Eón: Si yo tuviera que referirme a un apego, mi apego sería a la felicidad y al
amor.
Interlocutor: Concretamente, entonces, Eón se mueve, Eón creó y casi, remarco casi, todo lo puede. ¿Es así?
Eón: No puedo destruirme, no puedo duplicarme, no puedo cambiar las leyes del
plano físico, porque son leyes que fueron hechas con determinada vibración. Si
yo creo una vibración, esa vibración va a cumplir una misión…
Interlocutor: De acuerdo, pero cuando hablamos de creación, en realidad nunca hubo una creación porque todo existió siempre. ¿Es así? Eón existió siempre con todo. Es algo similar al círculo, que siempre existió con todos sus puntos y nunca hubo un momento en que fue creado…
Eón: De alguna manera es así, y de alguna manera no, porque si yo en determinado
momento busco manifestarme en el universo físico, significa que aunque sea un
instante, y piensa bien lo que te digo, yo estuve antes que el universo porque
me manifesté, y el manifestarme fue una acción, y esa acción ocupó tiempo.
Entiéndelo por favor.
Interlocutor: Está claro… Lo que sucede es que yo siempre voy al punto de vista de Eón, difícil de comprender, pero por lo menos lo intento. La pregunta es: ¿hubo algún momento en el que Eón fue sin creación? ¿O Eón forma parte de la creación y no se pueden separar?
Eón: Hubo momento en que fue antes de la creación. Por eso me manifesté. El
manifestarme, el simple hecho de manifestarme, aunque ocupe una milésima de
segundo, o menos, ocupa una acción,
y esa acción ocupa tiempo. Entonces hubo un antes.
Porque veamos, y esto es un trabajo para los físicos, si yo dije antes que el
universo es como una Cinta de Moebius, y el último universo, el del lejano
futuro, y el del lejano pasado, se encastran, teóricamente el universo existió
siempre.
Interlocutor: Obvio.
Eón: Entonces, ¿cómo pude antes haberme manifestado, si el universo estuvo
siempre? Siempre, en esta dimensión, pero recuerda que dije en la primera parte
que hay otros superuniversos, que sería muy difícil de entender para aquellos
que me escuchan, porque los universos son como burbujas y hay superuniversos
comprometidos también en mi creación.
Mi propio receptáculo, que en la Tierra tiene en este momento una fidelidad de
captación en el decodificador de casi un 99 %, le cuesta muchísimo traducir lo
que quiero decir. Entonces, antes de que su decodificador estalle, mejor dejemos
este tema pendiente para la próxima sesión.
Interlocutor: De acuerdo… Hay algunas preguntas que me han hecho reiteradamente, y que también me interesan a mí, como por ejemplo cuándo tomará la Tierra contacto masivo, es decir público, con los extraterrestres. Lo pregunto porque hasta el momento los extraterrestres se ocultan. Y en la famosa Área 51, que es un asentamiento terrestre-extraterrestre, hay una tremenda labor de desinformación para que no se sepa la verdad.
Eón: Lo voy a responder en tres palabras y no me pidas más:
las posibilidades están.
Interlocutor: ¿Nada más que esa cortita explicación? ¿Tardaremos siglos, quizás milenios?
Eón: Quiero dejar esa expectativa, porque la expectativa trae intención. Una
sana expectativa trae intención, y yo quiero que los seres de este planeta
trabajen con esa intención.
Interlocutor: Bien… ¿Cuánto mide el extraterrestre más pequeño y cuánto mide el más alto?
Eón: Hay seres en distintos mundos tan pequeños que llegan a medir una décima de
milímetro…
Interlocutor: ¿Nada más que una décima de milímetro?
Eón: Así es.
Interlocutor: ¿Y construyen naves espaciales también?
Eón: Sí, pero obviamente en su escala. Y hay seres que llegan a medir 100 metros
de vuestras medidas.
Interlocutor: ¿Y han llegado hasta nuestro planeta?
Eón: No, para nada.
Interlocutor: ¿Hasta qué punto se puede crear inteligencia artificial? La pregunta apunta a saber si de alguna manera el 10 % podría llegar a encarnar en una máquina que se haya construido en algún planeta, obviamente muy sofisticada. Me refiero a una máquina casi como un cuerpo que ha nacido.
Eón: Si bien todo forma parte de mí, tanto la parte espiritual como la parte
física, lo que yo valoro como hijo mío no es tu cuerpo, sino tu espíritu…
Interlocutor: Eso está claro…
Eón: Siempre se habló de que mientras haya un decodificador que pueda captar el
concepto mental del espíritu, y ese concepto mental encaje en ese decodificador
como para que pueda traducirlo al lenguaje hablado, es válido.
Por eso, el mismo espíritu que hoy encarna en
un homo sapiens sapiens puede
encarnar también en un ser de otro mundo que pueda tener una forma completamente
distinta y ser un ente pensante igual que vosotros.
Interlocutor: La pregunta es si se ha construido una máquina así…
Eón: Hay en este momento, en distintos mundos de las distintas galaxias, “seres”
artificiales que tienen un decodificador lo suficientemente avanzado como para
poder encarnar.
Aclaro que la palabra “encarnar” es vuestra, no mía, porque hay seres que
directamente no son de carne como vosotros, pero la uso para ser comprendido.
Interlocutor: ¿Estamos hablando de seres artificiales construidos en el plano físico por otros seres encarnados?
Eón: Así es… Son similares a robots o androides, como los describen los
escritores de ciencia ficción.
Interlocutor: ¿Usted me quiere decir que un espíritu puede encarnar en esas latas?
Eón: ¡Llamarle latas a esos robots es muy despectivo!
Interlocutor: Bueno, usted sabe que lo he dicho con mucho humor, nada más que para ser incisivo en esto… Concretamente, entonces, es posible…
Eón: El tema es bastante complejo, pero sí, es posible… Aquel biólogo o aquel
médico que niegue esta realidad no comprende el alcance de lo que algunas
civilizaciones avanzadas pueden hacer.
La argumentación de los biólogos sería que las neuronas están conectadas en
paralelo y no en serie como en algunas máquinas. Entonces, construir un cerebro
artificial con conexiones en paralelos, donde hay millones de conexiones,
parecería algo imposible.
Pero sería pedante decir que porque esto todavía está vedado para esta
civilización terrestre también tiene que estar vedado para otras civilizaciones,
como fue pedante hace nada más que pocos siglos de vuestra Tierra negar que
existían otros mundos.
Interlocutor: ¿En esas civilizaciones avanzadas se ha llegado al punto de poder destruir los engramas a través de una máquina y no de auditación?
Eón: Se ha logrado eliminar los engramas celulares, pero no los engramas
conceptuales, porque ninguna máquina alcanza a “tocar” la parte espiritual.
Interlocutor: Cuándo hablamos de esos robots o androides, ¿estamos hablando de máquinas rudimentarias o de máquinas que pueden competir perfectamente con las creaciones de los elohim?
Eón: Quizás no en este presente, pero la posibilidad forma parte de mí. No
despreciemos sobremanera lo que nosotros creemos que es inválido, y nunca
admiremos en demasía lo que nosotros creemos que es lo supremo, lo máximo.
Siempre mantengámonos con el equilibrio. Solamente admiremos el amor y
despreciemos el odio, despreciemos la indiferencia. Toda forma de vida de alguna
manera puede ser importante y todo tiene un motivo…
Hasta todo momento querido hijo…
Interlocutor: Hasta luego, Eón, hasta la próxima sesión…
[1] Trilobites: Artrópodo marino fósil del paleozoico. Su cuerpo, algo deprimido y de contorno oval, está dividido en tres regiones y a lo largo recorrido por dos surcos que le dan aspecto de trilobulado. Abunda en España en las pizarras silúricas ( Diccionario de la Real Academia ).
[2] Los australopithecus fueron los primeros primates que lograron caminar en posición erecta y con sus manos libres. Literalmente, "australopithecus" significa "simio austral", y ha sido el nombre que ha sido asociado a los primeros descubrimientos en el África Austral (el primero proviene de Taung, en Sudafrica, en 1924).