EL UNIVERSO DE LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
Fragmento del libro: "El Cielo Responde"
Por el Prof. JORGE RAÚL OLGUÍN.
Según
la física cuántica, una partícula elemental
es un vórtice de energía. No es que dicha
energía forme un vórtice o una onda. El vórtice
es la energía
en sí. Pero... ¿Qué es un vórtice? Un
vórtice es un movimiento
energético en espiral de tres dimensiones, que llega a formar
una bola giratoria de energía. Esa bola giratoria
es la partícula elemental y el movimiento giratorio es
lo que crea la estabilidad de la misma. Por lo tanto: una partícula
elemental de materia es una bola giratoria de energía,
un vórtice esférico en movimiento. Pero hay distintas vibraciones
en ese vórtice y cada vibración representa una partícula
distinta (un quark, un leptón, etc.) Si el movimiento
ocurre a la
velocidad de la luz, el vórtice deja de ser una partícula elemental
para
transformarse en un fotón. Según Albert Einstein, ningún
cuerpo puede moverse a mayor velocidad que la de la luz, pero... ¿esa
regla es también aplicable a la energía en sí? Si
el movimiento del
vórtice llegara a vencer esa barrera y superara la velocidad
de la luz, daría origen a un tipo de energía por completo distinto,
a la que llamaríamos supraenergía. La materia formada
por la supraenergía estaría contenida en un universo
suprafísico. Nuestra materia
no llega a afectar a ningún elemento de ese mundo, pues
su sustancia es completamente distinta. Su vibración
es tan alta que ese supra-universo no puede captarse
por nuestra realidad.
En esta realidad
suprafísica hay partículas de más alta vibración, pero análogas
a las partículas de la materia conocida. Hay ondas de supraenergía,
análogas a las ondas de luz visible que percibimos diariamente. En conjunto, forman un mundo de una vibración
más elevada,
que contiene a nuestro mundo. Hay muchos universos
suprafísicos en la creación. Los universos superiores engloban
a los inferiores, como si fuesen esferas concéntricas.
Cada universo
suprafísico es un plano espiritual distinto, siendo el nivel 1
nuestro universo físico. Los planos 2 y 3
son niveles de vibración
donde moran los espíritus del error, o sea, aquellos que han desencarnado
con determinado karma.
En el plano 4 se
encuentran aquellos espíritus que han alcanzado un grado de
Maestría. En la vibración siguiente, el plano 5,
moran los espíritus
que alcanzaron la máxima Luz. De todas maneras, esa altísima
vibración no es garantía de nada, pues si un espíritu
de Luz es invadido
por el ego, aún estando en el plano 5
de vibración, puede desestabilizarse.
Nadie lo expulsa de ese plano a una vibración
más baja. Sucede que ante cualquier atisbo de ego, ese espíritu
empalidece y la misma Luz del plano que habita "se le hace
incompatible" y, en forma automática, desciende de nivel.
El plano 6 está habitado por los ángeles,
mensajeros y servidores del espíritu. En el plano 7 moran
las Energías Divinas y el plano 8
está habitado por
los Elohim o dioses menores.
Desde ningún
plano de vibración se puede captar a las entidades que moran en
los planos superiores al mismo, pero sí desde cada plano se puede
"ver" hacia las vibraciones inferiores. Hay dos planos de vibración
más densos que el plano físico: los planos
–1 y –2,
pero por una "jugarreta dimensional" no podemos percibirlos.
Tanto los espíritus
Maestros como las entidades angélicas, pueden guiarnos en
el camino hacia la Luz, para que tomemos conciencia de que somos
espíritus en evolución.
Podemos contactarnos
desde el plano físico mediante la técnica de mediumnidad.
Al recibir Mensajes de Luz, dicho contacto sería una comunión
de cuerpo y espíritu.
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